Y esto es sólo lo que las Escrituras nos piden que esperemos. La Escritura citada es Isaías 52:5 , LXX. Los LXX interpretan el hebreo insertando διʼ ὑμᾶς y ἐν τοῖς ἔθνεσιν. Ambas inserciones están en la línea del significado original. Fue debido a la miseria y desamparo del pueblo de Dios, en el exilio entre las naciones, que los paganos se burlaron del nombre Divino.

“El Dios de Israel no puede librar a su pueblo: no es Dios”. Aquí Pablo da a las palabras un giro completamente diferente. Dios, dice, ahora es blasfemado entre las naciones debido a la incongruencia entre las pretensiones de los judíos y su comportamiento. Como si los paganos dijeran: “Como Dios, como las personas; qué divinidad debe ser la patrona de esta odiosa raza”. Seguramente no es correcto argumentar (con Sanday y Headlam) que arrojar la fórmula de la cita hasta el final muestra que Paul es consciente de citar libremente: “es casi como si fuera una ocurrencia tardía que el lenguaje que tiene acaba de usar es una cita en absoluto”.

La cita es tan relevante como la mayoría de las que usa el Apóstol. Nunca le importa el contexto o la aplicación original. Cuando puede expresarse en el lenguaje de las Escrituras, siente que tiene la Palabra de Dios de su lado, ya lo largo de esta epístola clava sus argumentos e insiste en la confirmación que así obtienen. Lo que sugiere el cierre de la oración con καθὼς γέγραπται no es que a Pablo se le ocurrió después de haber terminado que casi inconscientemente había estado usando las Escrituras: es más bien que hay un desafío en las palabras, como si hubiera dicho: Impugnan esto quienes se atreven a impugnar la Palabra de Dios.

En Romanos 2:25-29 se considera otra petición judía de trato preferencial en el juicio. El μὲν en Romanos 2:25 (περιτομὴ μὲν γὰρ ὠφελεῖ) implica que esta súplica no tiene ninguna duda, pero sugiere que hay consideraciones en el otro lado que, de hecho, la hacen inaplicable o inválida aquí. Son estas consideraciones las que el Apóstol procede a explicar, con miras a afianzar el argumento de que la ira de Dios revelada desde el cielo amenaza tanto a judíos como a gentiles.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento