El presente capítulo es una hermosa ilustración del vivo interés que el apóstol tomó, no solo en las iglesias, sino también en sus miembros individuales; y como resultado natural de esto, de la extensión y precisión de su conocimiento sobre ellos. Porque, al escribir a una iglesia que nunca había visitado, no sólo saluda a muchos por su nombre, sino que describe con precisión el servicio cristiano prestado por ellos. En esto es un ejemplo para todos los ministros de Cristo.

nuestra hermana ; un miembro de la iglesia cristiana.

Un siervo de la iglesia ; empleado en instruir a los jóvenes, y en visitar a los pobres, enfermos y afligidos.

Cencrea ; el puerto oriental de Corinto, desde donde el apóstol envió la epístola, y, como generalmente se supone, por mano de esta mujer. La verdadera religión une a los creyentes, no sólo con Cristo sino entre sí, en una unión muy tierna y afectuosa, que es una fuente de rico disfrute, que sobrevivirá a todas las demás uniones y será cada vez más agradable para siempre.

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