Aunque , etc. Habiendo observado el apóstol en el último versículo del capítulo anterior (con el que este capítulo está estrechamente relacionado) que les mostraría un camino más excelente , es decir, un camino más sabio, santo y útil que el de esforzarse para superarse unos a otros en dones milagrosos, ahora procede a hacer esto, dirigiéndolos a buscar la gracia divina del amor a Dios y al hombre, como de la más alta excelencia y de absoluta necesidad. Aunque hable con lenguas de hombres y de ángeles , es decir, todas las lenguas que se hablan en la tierra, y con la elocuencia de un ángel; y no tengáis caridad Αγαπην, amor;a saber, el amor de Dios derramado en mi corazón por el Espíritu Santo que me fue dado, y el amor de toda la humanidad por su causa; Me he convertido en Γεγονα, soy , o he sido , ante Dios; como bronce que resuena No es mejor que los instrumentos que suenan de bronce que se usan en la adoración de algunos de los dioses paganos; o un platillo tintineante Este estaba hecho de dos piezas de latón hueco, que al golpearlas juntas producían un tintineo, pero con muy poca variedad de sonido.

Algunos han pensado que el apóstol menciona las lenguas de los ángeles , porque en las edades patriarcales los ángeles a menudo hablaban con los hombres. Pero como entonces hablaron en el lenguaje de los hombres, sus lenguas, así entendidas, son las mismas que las lenguas de los hombres. Y por lo tanto, por las lenguas de los ángeles , el apóstol sin duda se refería a los métodos, cualesquiera que sean, por los cuales los ángeles se comunican sus pensamientos entre sí, y que debe ser un lenguaje mucho más excelente que el que hablan los hombres. Y aunque tengo el don de profecía de predecir eventos futuros; y comprender todos los misterios Tanto de la palabra de Dios como de la providencia; y todo conocimiento de las cosas humanas y divinas, que alguna vez haya alcanzado cualquier mortal;y ten toda fe El más alto grado de fe obradora de milagros; para que pudiera quitar montañas de sus bases, y transportarlas de una parte de la tierra a otra, y así cambiar toda la faz de la naturaleza con una palabra; y no tengo caridad Αγαπην δε μη εχω, pero no tengo amor, no soy nada A los ojos de Dios con respecto a la piedad: no solo no tengo suficiente religión verdadera, sino que en realidad no tengo ninguna.

Y para ir más lejos; aunque concedo Εαν ψωμιζω, aunque distribuyo deliberadamente, pieza por pieza, con la mayor prudencia y cuidado; todos mis bienes para alimentar a los pobres; y aunque entrego mi cuerpo para ser quemado antes que renunciar a mi religión, o cualquier verdad o deber del evangelio; y no tengo el amor , descrito de aquí en adelante, de nada me aprovecha Con respecto a la vida eterna. No prueba mi título ni me prepara para disfrutarlo. Sin amor, todo lo que hablo, todo lo que tengo, todo lo que sé, todo lo que hago, todo lo que sufro, no es nada.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad