Para los suyos, etc. - Es decir, "para sus propios parientes y sus propios domésticos; los de su propia familia". Negar la fe, es aquí, según San Pablo, llevar una vida perversa, o vivir y actuar en contra de la ley moral, que es adoptada en la ley cristiana. Supongamos que el hombre de quien el apóstol está hablando aquí, hubiera sido perfectamente evangélico en sus sentimientos; sin embargo, mientras no proveyera para su propia familia, San Pablo declara que tal persona había negado la fe; y era mucho peor que un culpable de error en la especulación, que era peor incluso que un infielél mismo; porque los paganos eran sensibles a la razonabilidad y la necesidad de cuidar a sus parientes cercanos. Otros han interpretado el pasaje de esta manera: "Cada cristiano es en efecto un apóstata, (como parece importar negar la fe ) y eso es peor que ser un infiel, porque el primero peca contra mayor luz y obligaciones".

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