Han golpeado, etc.Los magistrados, en su trato con Pablo y Silas, habían violado nada menos que tres leyes: Primero, al castigarlos sin juicio, lo cual no solo era una infracción de la ley romana, sino también de la ley de gentes. Asimismo, habían violado la ley de valeriana, que prohibía que un ciudadano romano fuera obligado; y, en tercer lugar, la ley semproniana o porciana, que prohibía a cualquier hombre castigar a un ciudadano romano con varas. Si se pregunta, ¿Por qué Pablo y Silas no alegaron su privilegio antes? Respondemos: Que la prisa y el ruido de la ejecución lo impidieron; y tal vez, en medio de tal tumulto, podría tenerse que la gente los hubiera asesinado, si no hubieran sido en alguna medida apaciguados por sus sufrimientos; por no decir cuán posible es, que la súplica, si se hace, no sea considerada, en medio de una turba tan alborotada.

Las circunstancias de San Pablo, cuando lo defendió, cap. 22; 25 eran muy diferentes. Si se vuelve a preguntar, ¿por qué ahora se creyó tan pronto? Se puede responder, no sólo que era extremadamente peligroso hacer tal afirmación falsamente (porque Claudio lo castigó con la muerte), sino también que había cierta dignidad en la manera en que San Pablo hizo esta súplica, que agregó un credibilidad sensata a la misma; especialmente porque ahora no tenían más sufrimientos que aprehender, y como el terremoto, que tal vez podría afectar a toda la ciudad, parecía haberse referido tan evidentemente a su cas

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