Versículo 37. Nos han golpeado abiertamente - siendo romanos... San Pablo conocía bien las leyes romanas; y sobre su violación por parte de los magistrados alega. La ley valeriana prohibía atar a cualquier ciudadano romano. La ley porciana prohibía que se golpeara con varas a cualquier ciudadano romano. "Poreia lex virgas ab omnium civium Romanorum corpore amovit". Y por la misma ley la libertad de un ciudadano romano nunca fue puesta en poder del lictor. "Porcia lex libertatem civium lictori eripuit". Véase CICERO, Orat. pro Rabirio. De ahí que, como observa el mismo autor, In Verrem, Orat. 5: "Facinus est vinciri civem Romanum, scelus verberari". Es una transgresión de la ley atar a un ciudadano romano: es una maldad azotarlo. Y la ilegalidad de los procedimientos de estos magistrados fue aún más evidente al condenarlos y castigarlos sin ser escuchados. Esto era una flagrante violación de una máxima común en el derecho romano. Causa cognita, possunt multi absolvi; incognita, nemo condemnari potest. Cicerón. "Muchos acusados de maldad pueden ser absueltos, cuando la causa es oída; pero incógnita, ningún hombre puede ser condenado". Cada principio de la ley de la naturaleza y de la ley de las naciones fue violado en el tratamiento que estos santos hombres recibieron de los magistrados sin principios de esta ciudad.

Que vengan ellos mismos y nos saquen... Los apóstoles estaban decididos a que los magistrados fueran humillados por sus procedimientos ilegales, y a que el pueblo en general viera que habían sido condenados injustamente, y que la majestad del pueblo romano era insultada por el trato que habían recibido.

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