Que te maltratan, etc.— Que te acusan falsamente o te calumnian, y te persiguen. El Dr. Doddridge lo traduce, Quien te insulta y te persigue. Los detalles mencionados en este verso son ciertamente las más altas expresiones de enemistad; porque ¿qué puede ser peor que la maldición y la calumnia, los insultos y las persecuciones? Sin embargo, se nos manda amar y bendecir, hacer el bien y orar por nuestros enemigos, aun cuando persistan en su enemistad contra nosotros. Esto puede parecer contrario al precepto de Lucas 17:3 donde el perdón parece imponerse sólo con la condición de que la parte ofensiva se arrepienta: si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo:pero la dificultad desaparecerá cuando se recuerde que en los dos pasajes se habla de diferentes personas y diferentes deberes. En este sermón , se describe el deber que le debemos a la humanidad en general, que nos daña; pero en Lucas se nos dice cómo debemos comportarnos con un hermano ofensor ; alguien con quien estamos particularmente conectados, ya sea por los lazos de la sociedad cristiana, de sangre o de amistad.

En este sermón se dice que el perdón que le debemos a la humanidad consiste en el afecto interno de la benevolencia, el lenguaje civilizado y los buenos oficios, como les habríamos hecho a ellos si nunca nos hubieran herido, y oraciones sinceras; todo lo que los hombres pueden recibir aun cuando persistan en su enemistad; mientras que el perdón debido a un hermano implica que se le devuelva el lugar en nuestra amistad y afecto que tenía antes de ofender. Pero para esto, se requiere justamente su arrepentimiento ; porque, sin un sentido de su ofensa, y sin la debida evidencia de su reforma, es indigno e incapaz de ser restaurado. Véase Macknight, Whitby y la nota sobre el cap. Mateo 6:12 .

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