Sea como yo soy. - Use la misma libertad cristiana que yo uso.

Porque yo soy como vosotros. - No hago hincapié en mi ascendencia judía pura. No reclamo ningún privilegio porque fui circuncidado el octavo día. No me considero más santo que tú porque pertenecía a la más estricta de todas las sectas, los fariseos. Me despojé de todo esto y me hice gentil entre los gentiles.

No me habéis herido en absoluto. - No me hiciste nada malo. Hay una transición de tema en esta cláusula. El Apóstol vuelve en sus pensamientos a su primera visita a Galacia. Entonces no tenía ninguna queja que hacer de los gálatas. No le hicieron daño, no le mostraron crueldad, sino que, por el contrario, lo recibieron con alegría.

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