Versículo 17. Porque recibió honor y gloria.  En su transfiguración nuestro Señor recibió del Padre honor en la voz o declaración que decía: Este es mi Hijo, el amado, en quien tengo complacencia. Y recibió gloria cuando, penetrado y envuelto en esa gloria excelente, la apariencia de su rostro se alteró, porque su rostro resplandecía como el sol, y su vestido era blanco y reluciente, muy blanco como la nieve; cuya apariencia más gloriosa y sobrenatural fue una confirmación de la voz sobrenatural, como la voz era de esta apariencia sobrenatural: y así su Mesianismo fue atestiguado de la manera más completa y convincente.

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