Verso Santiago 5:3 . Vuestro oro y vuestra plata están podridos] En lugar de ayudar a los pobres, y así honrar a Dios con vuestros bienes, por el principio de la codicia os lo habéis guardado todo para vosotros.

El óxido de ellos será testigo contra ti] Vuestras tiendas putrefactas, vuestros vestidos apolillados y vuestras monedas deslustradas, son otras tantas pruebas de que no era por falta de bienes por lo que no ayudabais a los pobres, sino por un principio de avaricia; amando el dinero, no por lo que pudiera procurar, sino por su propio bien, que es el genuino principio del avaro. Este fue el mismo carácter dado a esta gente por nuestro Señor; los llamó φιλαργυροι, amantes del dinero. Contra esta disposición despreciable y abominable se dirige todo el capítulo 12 de San Lucas; pero era su pecado más fácil, y lo es hasta el día de hoy.

Comerá tu carne como si fuera fuego. ] Esta es una figura muy audaz y sublime. Él representa el óxido de su moneda como si se convirtiera en una úlcera que produciría gangrenas y úlceras fagedenosas en su carne, hasta que fuera carcomida de sus huesos.

Habéis amontonado tesoros ] Este versículo tiene varios puntos . La palabra ως, como as , en la cláusula anterior, es omitida por el siríaco , y algunos otros; y πυρ, fuego , se agrega aquí de esa cláusula; de modo que todo el versículo dice así: "Vuestro oro y vuestra plata están podridos; y el óxido de ellos será testigo contra vosotros, y consumirá vuestra carne.

FUEGO habéis atesorado para los últimos días." Esta es una imagen audaz y hermosa: en lugar de los tesoros de grano, vino y aceite , cosas ricas , con plata y oro , que habéis estado atesorando, hallaréis un tesoro , un depósito de fuego , que quemará tu ciudad, y consumirá aun tu templo. Esto era literalmente cierto; y estas solemnes denuncias de la ira divina se cumplieron de la manera más completa. Véanse las notas sobre Mateo 24 , donde se mencionan todas las circunstancias de esta tremenda y final destrucción.

Por los últimos días no debemos entender el día del juicio , sino los últimos días de la república judía , que no estaban muy distantes de la fecha de esta epístola, ya sea que sigamos el cómputo anterior o posterior , del cual se ha hablado bastante en el prefacio.

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