su padre Abraham se regocijó para ver mi día ,. O "fue deseoso de ver mi día", ya que las versiones siríacas y árabes rindieron correctamente la palabra; o "muy deseoso", como la versión persica: y de hecho, esto era lo que muchos reyes y profetas, y los hombres justos, fueron deseados, incluso de ver al Mesías y su día: a menudo leíamos de ימות המשיח ", los días de El Mesías ": y los judíos, en su talmud y, disputa mucho sobre ellos, cuánto tiempo serán; Uno dice de cuarenta años, otros setenta, otras tres edades: es la opinión de algunas, que serán de acuerdo con el número de días del año, trescientos sesenta y cinco años; Algunos dicen siete mil años, y otros tantos como han sido desde el principio del mundo; y otros, tantos como de Noé; Pero conocemos mejor el día de Cristo, y cuánto tiempo estuvo aquí en la tierra; Y a todo el tiempo aquí se llama su día; Este Abraham tuvo un gran deseo de ver:

y lo vio [] y se alegró ; Lo vio con un ojo de fe, lo vio en la promesa, que en su semilla todas las naciones de la tierra deberían ser bendecidas; y cuando se le prometió que debería tener un hijo, que era el comienzo del cumplimiento de la otra, se rió, y por lo tanto, su hijo se llamaba Isaac, a la que se realiza un poco de referencia; Lo vio en el nacimiento de su hijo Isaac y se regocijó, y por lo tanto llamó su nombre Isaac, es decir, "risas": también vio a Cristo y su día, sus sufrimientos, la muerte y la resurrección de los muertos, en una figura; en la unión de Isaac, en el sacrificio de la RAM, y en la recepción de Isaac, como de los muertos; y él no solo vio al Mesías en su tipo Melquisedec, y que algunos piensan que era el Hijo de Dios mismo, pero vio a la segunda persona, el Mesías prometido, en forma humana, Génesis 18:2

"Abraham se regocijó con la alegría de la ley, él que vendrá, la rama con la alegría de la ley; Isaac, Jacob, Moisés, Aarón, Josué, Samuel, David, Salomón, se regocijó con la alegría de la ley; El que viene vendrá, la rama con la alegría de la ley. ''.

y t. Bab. SANHEDRIN, FOM. 99. 1. z seder tephillot, fol. 309. 1. Ed. Albahaca.

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