Prohibiéndonos hablar a los gentiles para que sean salvos, para (k) colmar sus pecados siempre: porque la (l) ira ha venido sobre ellos hasta lo último.

(k) Hasta que haya crecido tanto la maldad de ellos, que tienen por herencia como de sus padres, que se haya llenado la medida de su iniquidad, Dios saldrá a la ira.

(l) El juicio de Dios que estaba enojado, que de hecho apareció poco después en la destrucción de la ciudad de Jerusalén, donde muchos huyeron incluso de varias provincias, cuando fue sitiada.

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