(e) Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis y le habéis visto.

(e) En este versículo queda claro que conocer a Dios y ver a Dios es lo mismo. Ahora bien, mientras que él dijo antes que nadie vio a Dios en ningún momento, debe entenderse de esta manera: sin Cristo, o si no fuera por Cristo, ningún hombre podría ver a Dios, ni vio a Dios, en ningún momento: porque como dice Crisóstomo, el Hijo es una exposición muy concisa y sencilla de la naturaleza del Padre para nosotros.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad