(6) A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; [y] a quienes retengáis [pecados], se les retiene.

(6) La publicación del perdón de los pecados por la fe en Cristo, y la manifestación y proclamación de la ira de Dios al retener los pecados de los incrédulos, es la suma de la predicación del evangelio.

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