Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Y yo les doy vida eterna - no 'yo quiero', sino 'yo les doy': es un regalo presente. Ver las notas en;.

Y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Una declaración grandiosa, expresada en el lenguaje de la autoridad suprema, real y majestuosa.

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