Ezequiel 23:1-49

1 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

2 “Oh hijo de hombre: Había dos mujeres, que eran hijas de una sola madre.

3 Se prostituyeron en Egipto; en su juventud se prostituyeron. Allá fueron apretados sus pechos; allí fueron estrujados sus senos virginales.

4 La mayor se llamaba Ohola, y su hermana se llamaba Oholiba. Fueron mías y dieron a luz hijos e hijas. En cuanto a sus nombres, Ohola es Samaria, y Oholiba es Jerusalén.

5 “Ohola se prostituyó cuando me pertenecía. Ardió en deseo por sus amantes, los asirios, hombres de guerra

6 vestidos de color azul, gobernadores y oficiales; todos ellos jóvenes atractivos, todos ellos jinetes que montaban a caballo.

7 Con ellos se entregó a la prostitución; todos ellos eran lo más selecto de los hijos de Asiria. Y se contaminó con todos los ídolos de aquellos por quienes ardió en deseo.

8 Pero no abandonó su prostitución de Egipto, pues se acostaron con ella en su juventud, estrujaron sus senos virginales y vertieron sobre ella su lujuria.

9 Por tanto, la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de Asiria por quienes ardía en deseo.

10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a los hijos y a las hijas de ella, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser un refrán entre las mujeres, pues en ella ejecutaron actos justicieros.

11 “Su hermana Oholiba vio esto, pero corrompió su deseo más que la otra; su lujuria sobrepasó a la de su hermana.

12 Ardió en deseo por los asirios; gobernadores y oficiales, hombres de guerra espléndidamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos ellos jóvenes atractivos.

13 Y vi que se había contaminado y que ambas habían seguido por el mismo camino.

14 Pero esta aumentó su prostitución, pues vio hombres grabados en la pared, figuras de caldeos grabadas con ocre rojo,

15 ceñidas las cinturas con cinturón, con amplios turbantes sobre sus cabezas, teniendo todos la apariencia de comandantes, a la manera de los hijos de Babilonia, de Caldea, la tierra de su origen.

16 Por ellos ardió en deseo con solo verlos, y les envió mensajeros a Caldea.

17 Los hombres de Babilonia se unieron a ella en cama de amores, y la contaminaron con su lujuria. Se contaminó con ellos, y su alma se hastió de ellos.

18 Así practicó abiertamente su prostitución y descubrió su desnudez, por lo cual mi alma se hastió de ella, como mi alma se había hastiado de su hermana.

19 Pero ella multiplicó su prostitución, trayendo a la memoria los días de su juventud, en los cuales se había prostituido en la tierra de Egipto.

20 Ardió en deseo por sus amantes, cuyas carnes eran como las de los burros, y cuya eyaculación era como la de los caballos.

21 Así echabas de menos la inmundicia de tu juventud, cuando en Egipto estrujaban tus senos y apretaban tus pechos juveniles”.

22 Por tanto, Oholiba, así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo incito contra ti a tus amantes, de los cuales tu alma ya se ha hastiado. Los traeré contra ti de todas partes.

23 Los hijos de Babilonia y todos los caldeos; los de Pecod, de Soa y de Coa, y con ellos todos los hijos de Asiria. Todos ellos jóvenes atractivos, gobernadores y oficiales, comandantes y hombres notables; todos ellos montados a caballo.

24 Vendrán contra ti desde el norte con carros y ruedas, y una multitud de pueblos. Contra ti, y alrededor de ti, pondrán escudos, defensas y cascos. Yo les encargaré el juicio, y te juzgarán de acuerdo con sus decretos.

25 Pondré mi celo contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas, y tu descendencia caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu descendencia será devorada por el fuego.

26 Te desnudarán de tus ropas y se llevarán tus hermosas joyas.

27 Así pondré fin a tu inmundicia y a tu prostitución traídas de la tierra de Egipto. Nunca más alzarás la vista hacia los egipcios, ni nunca más te acordarás de ellos.

28 Pues así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que odias, en mano de aquellos de quienes se ha hastiado tu alma.

29 Te tratarán con odio y tomarán todo el fruto de tu labor. Te dejarán desnuda y descubierta. Será puesta al descubierto la vergüenza de tu prostitución, tu infamia y tu lujuria.

30 Estas cosas te serán hechas por haberte prostituido tras las naciones, porque te contaminaste con sus ídolos.

31 Anduviste en el camino de tu hermana. ¡Yo, pues, pondré su copa en tu mano!’”.

32 Así ha dicho el SEÑOR Dios: “Beberás la copa de tu hermana, la cual es honda y ancha. Servirá de mofa y de burla, pues es de abundante contenido.

33 Te llenarás de embriaguez y de dolor; copa de horror y de desolación es la copa de tu hermana Samaria.

34 La beberás hasta secarla; desmenuzarás sus fragmentos y desgarrarás tus pechos, porque yo he hablado”, dice el SEÑOR Dios.

35 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios: “Porque te olvidaste de mí y me echaste a tus espaldas, por eso tú también carga con tu infamia y con tu prostitución”.

36 Luego me habló el SEÑOR diciendo: “Oh hijo de hombre, ¿juzgarás tú a Ohola y a Oholiba? Entonces declárales sus abominaciones.

37 Porque han cometido adulterio y hay sangre en sus manos. Han cometido adulterio con sus ídolos; y aun a los hijos que me habían dado a luz los hicieron pasar por fuego para servirles de alimento.

38 Además, me hicieron esto: Aquel mismo día contaminaron mi santuario y profanaron mis sábados,

39 pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, en el mismo día entraron en mi santuario para profanarlo. He aquí, así hicieron dentro de mi casa.

40 Además de esto enviaron a traer unos hombres de lejos, a los cuales se les había enviado mensajero. Y he aquí que vinieron. Para ellos te lavaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos.

41 Te sentaste sobre un suntuoso diván delante del cual había una mesa servida, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.

42 Allí hubo un bullicio de una multitud despreocupada; sabeos fueron traídos del desierto, junto con hombres de la gente común. Y pusieron brazaletes sobre las manos de ellas y coronas hermosas sobre sus cabezas.

43 “Y acerca de la que está desgastada por sus adulterios, dije: ‘¿Ahora cometerán adulterio con ella, estando ella así?’.

44 Pues vinieron a ella como vienen a una mujer prostituta; así vinieron a Ohola y Oholiba, mujeres infames.

45 Pero los hombres justos las condenarán con la sentencia contra las adúlteras, y con la sentencia contra las que derraman sangre. Porque son adúlteras y hay sangre en sus manos.

46 “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘Que se haga que suba contra ellas la asamblea, y sean entregadas al terror y al pillaje.

47 La asamblea las apedreará y con sus espadas las eliminará. Matarán a sus hijos y a sus hijas, e incendiarán sus casas con fuego’.

48 Así haré cesar en la tierra la infamia. Todas las mujeres quedarán advertidas y no cometerán infamia como ustedes.

49 Yo haré que su infamia recaiga sobre ustedes mismas, y cargarán con los pecados de su idolatría. Y sabrán que yo soy el SEÑOR Dios”.

CAPITULO 23

Vv. 1-49. LOS PECADOS Y CASTIGOS DE ISRAEL Y JUDA, EXPLICADOS BAJO LOS NOMBRES AHOLAN Y AHOLIBAH. El estilo de imágenes es similar al del cap. 16; pero aquí la referencia no es como allí tanto a la violación del pacto matrimonial espiritual con Dios por la idolatría del pueblo, como por su espíritu mundano, y su confianza en alianzas con los paganos para su seguridad, antes que en Dios.

2. dos … hijas … de una madre—Israel y Judá, una nación por nacimiento de la misma antepasada, Sara.

3. Aun tan temprano en su historia como su residencia en Egipto, ellos habían cometido idolatrías (Notas, cap. 20:6-8; Josué 24:14). en sus mocedades—una agravación de su pecado. Fué precisamente en el tiempo cuando recibían favores extraordinarios de Dios (cap. 16:6, 22). estrujados—por los egipcios.

4. Aholah—es decir “su tienda” (puesta para culto, como el primer culto al Dios de Israel se celebraba en una tienda o tabernáculo) en contraste con Aholibah, es decir, “Mi tienda en ella”. El culto de Bethel, en Samaria, fué de la invención de ella, no del establecimiento de Dios; el culto en el templo de Jerusalén fué expresamente establecido por Jehová, quien “moraba” allí, “asentando su tabernáculo entre el pueblo como suyo” (Éxodo 25:8; Levítico 26:11; Josué 22:19; Salmo 76:2). la mayor—Se llama “mayor” a Samaría, porque ella precedió a Judá en su apostasía y su castigo. las cuales fueron mías—previo a su apostasía bajo Jeroboam, Samaría (Israel, o las diez tribus), igualmente con Judá, adoraba al Dios verdadero. Dios, pues, nunca renunció a su derecho sobre Israel, mas envió profetas, como Elías y Eliseo, para declarar su voluntad a ellos.

5. en mi poder—lit. “bajo mí”, sujeta a mí como su esposo legal. sus vecinos—al nordeste el reino de Israel lindaba con el de Asiria, porque había ocupado gran parte de Siria. Su vecindad geográfica era emblemática de que estaban cerca uno de otro en la corrupción de costumbres morales y de culto. Las alianzas de Israel con Asiria, que son el tema principal de reprobación aqui, contribuían a esto (2 Reyes 15:19; 2 Reyes 16:7, 2 Reyes 16:9; 2 Reyes 17:3; Oseas 8:9).

6. cárdeno—más bien. “púrpura”. [Fairbairn.] Así como las pasiones de la mujer sensual son encendidas por el atavío vistoso y la apariencia juvenil en los hombres, así fué seducido Israel por la pompa y el poder de Asiria (véase Isaías 10:8). caballeros—soldados de caballería.

7. todos los ídolos de ellos—nada había que ella negara a sus amantes.

8. fornicaciones de Egipto—los becerros eregidos en Dan y Bethel por Jeroboam, que correspondían al ídolo egipcio de forma de buey, Apis. Sus alianzas políticas con Egipto también son indicadas (Isaías 30:2; Isaías 31:1). Las diez tribus probablemente empezaron de nuevo los ritos egipcios a fin de atraer a los egipcios en contra de Judá (2 Crónicas 12:2).

9. Dios, en justa retribución, volvió los objetos de su confianza en instrumentos de su castigo: Pul, Tiglath-pilneser, Esar-haddon y Salmanasar (2 Reyes 15:19, 2 Reyes 15:29; 2 Reyes 17:3, 2 Reyes 17:6, 2 Reyes 17:24; Esdras 4:2, Esdras 4:10). “Su pecado fué el haber buscado tales amantes, y había de ser su castigo que estos amantes llegaran a ser sus destructores” [Fairbairn.]

10. vino a ser de nombre—Vino a ser famosa; “vino a ser nombre”, fama, notoria por sus castigos como lo había sido por sus pecados, de suerte que es citada como amonestación para otros. entre las mujeres—es decir, pueblos vecinos.

11.Judá, el reino del sur, aunque tenía la “amonestación” (Nota, v. 10) del reino septentrional ante su vista, en vez de sacar provecho de ella, fué a profundidades más grandes en corrupción que Israel. Sus privilegios espirituales mayores hacían tanto más grave su culpa (cap. 16:47, 51; Jeremias 3:11).

12. (vv. 6, 23). vestidos en perfección—Grocio traduce: “llevando corona” o “guirnalda”, tal como llevaban los amantes al visitar a sus amadas.

13. un camino—andaban ambas por un mismo camino, al abandonar las dos a Jehová en favor de seguridades paganas.

14. pintadas de color—el bermejo, color peculiar de los caldeos, como lo era la púrpura de los asirios. En armonía sorprendente con este versículo está el hecho de que las esculturas asirias recién descubiertas, tienen bajos relieves pintados de rojo, azul y negro. Los judíos (por ejemplo Joacim, Jeremias 22:14) copiaban éstos. (Véase cap. 8:10)

15. tiaras pintadas en sus cabezas—más bien, “en turbantes amplios pintados”; lit., “redundantes con turbantes teñidos.” Los asirios se deleitaban en túnicas, chales, cinturones, turbantes, etc., amplios, ondeantes y ricamente coloreados, variando en ornamentos de acuerdo con el rango de las personas. nacidos en tierra de Caldeos—entre los mares Negro y Caspio (nota, Isaías 23:13). “Capitanes”; clase militar de primer rango que peleaban tres en cada carro, guiando los caballos uno de ellos, y peleando los otros dos.

16. envióles mensajeros a la tierra de los Caldeos—(Cap. 16:29). Era ella quien buscaba a los caldeos, y no ellos a ella. Probablemente la ocasión fué cuando Judá trató de ponerse más fuerte mediante una alianza caldea contra una amenaza de ataque desde Egipto (véase 2 Reyes 23:29; 2 Reyes 24:1). Dios hizo que el objeto de su deseo pecaminoso fuese el instrumento de su castigo. Joacim, probablemente por una estipulación de tributo, alistó a Nabucodonosor contra Faraón, de quien había sido tributario antes: dejando de cumplir la estipulación, trajo sobre sí la venganza de Nabucodonosor.

17. su deseo se hartó de ellos—es decir, de los caldeos; volviéndose nuevamente a los egipcios (v. 19), tratando con la ayuda de ellos, de librarse de sus solemnes compromisos con Babilonia (véase Jeremias 37:5, Jeremias 37:7; 2 Reyes 24:7).

18. mi alma se hartó de ella—lit., “fué separada de ella”. Una justa retribución porque “su alma se había separado de los caldeos” (v. 17), a los cuales había jurado fidelidad (cap. 17:12-19). “Descubrió” describe el abierto descaro de su apostasía.

19. Israel primero “llamó” su sensualidad, practicada cuando en Egipto, “a su memoria”, y luego efectivamente volvió a ella. Nótese el peligro de permitir que la memoria permanezca en el placer sentido en los pecados.

20. sus rufianes—los amantes de ella entre ellos (los egipcios); ella amaba en exceso a sus personas como amantes (vv. 5, 12, 16). carne—miembro viril (muy grande en el asno), como Levítico 15:2, Ezequiel 16:26. flujo de caballos—el flujo seminal. El caballo fué hecho por los egipcios el símbolo jeroglífico por la persona sensual.

21. tornaste a la memoria—“repetiste”, [Maurer.] comprimieron tus pechos—permitiendo que sean comprimidos por los egipcios.

22. tus amantes contra ti … se hartó tu deseo—(v. 17). Tarde o temprano el amor ilícito termina en completo aborrecimiento (2 Samuel 13:15). Los babilonios, antes los objetos de su amor en su olvido de Dios, pero ahora, con una inconstancia característica, objetos de su odio, serán hechos por Dios los instrumentos de su castigo.

23. todos los Caldeos, mayordomos, etc.—todas las clases de la población son los instrumentos de Dios para castigar a Judá mancebos … de codiciar—ironía fuerte; refiriéndose al v. 12, estos “jóvenes deseables”, de los cuales ella se enamoró por su presencia y vigor varonil, serán por esto mismo más capaces de castigarte.

24. carros—o, “con armamentos”; así traduce la Versión de los Setenta; “hachas” [Maurer]; o, uniéndolo con “carretas” tradúzcase “carros armados con guadañas”. [Grocio.] ruedas—la altura no común de éstas aumentaba su apariencia formidable (cap. 1:16-20). por sus leyes te juzgarán—daban castigos bárbaramente severos (Jeremias 52:9; Jeremias 29:22).

25. quitarte han tu nariz y tus orejas—así castigaban a las adúlteras entre los egipcios y caldeos. Las beldades orientales llevaban ornamentos en las orejas y nariz. ¡Qué justa la retribución que los rasgos más ornamentados fuesen así mutilados! Así también será a Judá, la adúltera espiritual.

26. te desnudarán de tus vestidos—así ella atraía a sus amantes (cap. 16:39).

27. haré cesar de ti … tu fornicación—El cautiverio ha hecho que los judíos, siempre después, aborreciesen la idolatría, no sólo a su regreso de Babilonia, sino durante los últimos diez y ocho siglos de su dispersión, como había sido predicho (Oseas 3:4).

28. (Vv. 17, 18; cap. 16:37).

29. tomarán todo lo que tú trabajaste—los frutos de su trabajo. te dejarán desnuda—como se trataba a las cautivas.

31. su cáliz—de castigo (Salmo 11:6; Salmo 75:8; Jeremias 25:15, etc.). Tu culpa y la de Israel siendo iguales, vuestro castigo será igual.

34. quebrarás sus tiestos—tan vorazmente chuparás cada gota, como uno que bebe locamente (el efecto invariablemente atribuído al acto de beber la copa de la ira de Dios, Jeremias 51:7; Habacuc 2:16) que romperás los mismos pedazos de ella, es decir, no quedará mal que tú no gustes. tus pechos arrancarás—enfurecida contra ellos como ministros de tu adulterio.

35. te has olvidado de mí—(Jeremias 2:32; Jeremias 13:25). me has echado tras tus espaldas—(1 Reyes 14:9; Nehemías 9:26). lleva tu … tú suciedad—una consecuencia penal de tu conducta (Proverbios 1:31).

38-44. Un resumen de los pecados de las dos hermanas, pero especialmente los de Judá.

36. ¿no juzgarás tú?—(Nota, cap. 20:4).

38. en aquel día—en el mismo día que ellos quemaron a sus hijos a Moloc, en el valle de Gehenna, descarada e hipócritamente se presentaron como adoradores en el templo de Jehová (Jeremias 7:9)

40. había sido enviado mensajero—es decir, por Judá (v. 16; Isaías 57:9) alcoholaste tus ojos—(2 Reyes 9:30, Jeremias 4:30). Pintura negra era untada en los párpados de las beldades para hacer más llamativo el blanco del ojo por el contraste; así Judá no dejó sin probar ningún arte seductivo.

41. estrado—diván. Mientras que los hombres se recostaban a la mesa, las mujeres se sentaban, puesto que para ellas era indelicado el recostarse (Amós 6:4). [Grocio]. mesa—es decir, el altar idolátrico. mi perfume y mi óleo—que yo te había dado, que deberías haberme ofrecido a mí (cap. 16:18, 19; Oseas 2:8; véase Proverbios 7:17).

42. Sabeos—No contentas con los asirios nobles y gallardos, las hermanas se atrajeron las rústicas bandas de sabeos salteadores (Job 1:15). sobre sus manos—sobre las manos de las hermanas, es decir, atrajeron a Samaria y Judá a adorar los dioses de ellas.

43. cumplirán ellos—en algunas versiones está en forma de pregunta: ¿es posible que los amantes continúen cometiendo fornicaciones con una adúltera tan gastada?

45. hombres justos—los caldeos; los ejecutadores de la venganza justa de Dios (cap. 16:38), no que fuesen ellos “justos” en sí (Habacuc 1:3, Habacuc 1:12).

46. compañías—propiamente, un consejo de jueces que imponen sentencia al criminal [Grocio.] El “traslado” y “despojos” por el ejército caldeo es la ejecución de la sentencia judicial de Dios.

47. con piedras—la penalidad judicial de la adúltera (cap. 16:41; Juan 8:5). Corresponden a las piedras arrojadas por los babilonios con sus aparatos de guerra en el asedio de Jerusalén. casas … con fuego—cumplido (2 Crónicas 36:17, 2 Crónicas 36:19).

48. (v. 27). escarmentarán … y no harán, etc.—(Deuteronomio 13:11).

49. llevaréis los pecados de vuestros ídolos—el castigo de vuestra idolatría. sabréis que yo soy el Señor Jehová—sabréis a expensas vuestras … mediante amargos sufrimientos.

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