Toma mi yugo, etc. No temas el yugo de Cristo, porque es un yugo de la mayor dulzura. No se desanime cuando menciona una carga, porque es una carga muy ligera. Entonces, si nuestro Salvador dice que el camino de la virtud es extremadamente angosto y está repleto de dificultades y peligros, debemos recordar que es así solo para los perezosos. Por lo tanto, realice con presteza lo que se requiere, y entonces todo será fácil; la carga será ligera y el yugo dulce. (San Juan Crisóstomo, hom. Xxxix.)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad