Pero yo digo, ¿no han escuchado? Él pone una objeción, y con su respuesta muestra que los judíos son imperdonables al no creer, ya que el evangelio se ha predicado en todo el mundo y en los lugares donde estaban los judíos, como se predijo; y también porque los gentiles en todas partes han creído lo cual incluso los excita a los judíos a tener celos contra ellos, como predijo Moisés: (Deuteronomio xxxii. 21.) es decir, cuando ahora vean, que los gentiles, a quienes despreciaron tanto, al creer en Cristo, han recibido los dones del Espíritu Santo, de obrar milagros, de hablar en lenguas, de profecía, etc. (Witham)

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