Porque he aquí, esta misma cosa, que os entristecisteis según una especie de Dios, ¡qué cuidado obró en vosotros, sí, qué limpieza de vosotros, sí, qué indignación, sí, qué temor, sí, qué vehemente deseo, sí, ¡Qué celo, qué venganza! En todo os habéis aprobado para ser claros en este asunto.

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