Cuán gran diligencia obró en ti - Se muestra en todos los detalles siguientes. Sí, limpieza de ustedes mismos - Algunos habían sido más, otros menos, defectuosos; de donde surgieron estos diversos afectos. De ahí su disculpa e indignación con respecto a ellos mismos; su miedo y deseo, con respecto al apóstol; su celo y venganza, con respecto al ofensor, sí, y también a ellos mismos. Purificación de ustedes mismos - De compartir o aprobar su pecado.

Indignación: que no hubieras corregido inmediatamente al infractor. Miedo: del disgusto de Dios, o de que yo venga con una vara. Deseo vehemente - Verme de nuevo. Celo - Por la gloria de Dios y el alma de ese pecador. Sí, venganza - Vosotros habéis tomado una especie de santa venganza sobre vosotros mismos, siendo apenas capaces de perdonarse a sí mismos. En todas las cosas vosotros - Como iglesia. Se han aprobado para ser puros, es decir, libres de culpa, desde que recibieron mi carta.

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