Para He aquí, este mismo lo mismo, que lo tembas después de un tipo piadoso, ... el apóstol procede a describir la tristeza piadosa por sus efectos, que son tantas evidencias de la sinceridad y la autenticidad de la misma; Algunas de las cosas mencionadas son peculiares del caso de los corintios, y otros comunes al arrepentimiento evangélico en cualquier:

¿Qué cuidadoso se realizó en ti? para eliminar a la persona incestuosa de la comunión con ellos, que eran muy negligentes de antes; No más después de este tipo; mantenerse al día, para el futuro, una disciplina más estricta y regular en la iglesia; Para realizar buenas obras en general, y no ofender a Dios:

Sí, qué limpieza de ustedes mismos; no al negar el hecho, o disminuir, o defenderlo; Pero al reconocer su negligencia, orar, podría pasar por alto, declarando que no eran participantes del pecado; Tampoco lo apruebaron, pero no le gustaron y lo aborrecían, y estaban muy satisfechos con el método que el apóstol informó:

Sí, qué indignación; no contra la persona del delincuente, sino contra su pecado; Y no es su único, sino también lo suyo, al no aparecer en su contra, y notarlo antes; y en particular que deben actuar de tal manera, como para merecer la justa reprimenda del apóstol:

Sí, qué miedo; No de infierno y condenación, como en hombres y demonios malvados, que no se arrepienten; Pero de Dios, y de afligir a sus ministros; y no sea que la corrupción se propague en la Iglesia, como lo había sugerido el apóstol, "un poco de leaven, el bulto entero";

Sí, lo que deseo vehemente; de ver el apóstol; de darle la plena satisfacción; de comportarse de otra manera por venir; y para ser guardado del mal, y para honrar a Dios por una conversación de convencimiento:

Sí, qué celo; Por Dios y su gloria; por restaurar la disciplina de la Iglesia: para las doctrinas del Evangelio; por las ordenanzas de la casa de Cristo; Para el apoyo al carácter del apóstol, y otros ministros de la Palabra, contra los falsos apóstoles:

Sí, qué venganza; No de las personas de una manera privada, la venganza pertenece a Dios; Pero de toda desobediencia, en particular la del infeliz criminal entre ellos, que ha demostrado en el castigo infligido por muchos:

En todas las cosas, ustedes se han aprobado para ser claros en este asunto; de la persona incestuosa: parecía claramente que no consentían y aprobaron su pecado; y, aunque al principio no estaban despreocupados al respecto, no se lamentaron, ya que deberían, ni hacer tal prisa para lidiar con el delincuente como deberían, pero habiendo descubierto el verdadero arrepentimiento por su pereza, negligencia y indulgencia, son absueltos, y pararse, en la opinión del apóstol de ellos, como si no hubieran ofendido.

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