La gloria de Dios en la debilidad de los hombres

1 Corintios 1:26 ; 1 Corintios 2:1

Como los hijos de Isaí antes de Samuel, así pasan los sucesivos regimientos de los que depende el mundo antes de Cristo. ¡Los sabios, los poderosos, los nobles, los grandes, las cosas que son! Y el Rey dice: No los he elegido. Los guerreros con los que Él ganará el mundo para sí mismo son los don nadie, los cifrados, las personas que en la estimación del mundo no cuentan. No te menosprecies, sino entrégate a Él; Él encontrará un nicho para usted y hará que valga la pena vivir su vida. Note que Dios lo ha puesto en unión con Cristo Jesús. Todo lo que necesitamos para la vida y la piedad está en Él; sólo hagamos todo lo que podamos de nuestra maravillosa posición y posesiones.

Pablo llegó a Corinto desde Atenas, donde había tratado de ganarse a sus oyentes mediante un discurso filosófico y estudiado que se adaptara mejor a sus necesidades. Pero al entrar en Corinto, parece haber determinado deliberadamente que su tema sería el Señor crucificado, y expresado en las frases más simples. Cuando hablamos la verdad como es en Jesús, el Espíritu siempre está a la mano para reforzar nuestro testimonio mediante Su demostración y poder.

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