El apóstol ahora se ocupó de los valores de la justificación. El valor para el individuo es una bendición triple. Esta naturaleza hace que el corazón se regocije.

El apóstol ahora mostró la diferencia entre el primer y el segundo hombre, el primer y el último Adán, en su jefatura racial y los resultados producidos por cada uno. Todo el argumento se basa en la exactitud literal del relato de la caída del hombre narrado en Génesis, el apóstol haciendo no menos de nueve referencias al mismo en un pasaje tan breve. En el caso del primer Adán, la desobediencia resultó en pecado, juicio, condenación, muerte por la raza.

En el caso del postrer Adán, la obediencia salió en gracia, justificación, justicia, vida para la raza. Estos son coextensivos. En la medida en que se hayan extendido los malos resultados del pecado del primer Adán, se extienden los beneficios de la obra del último Adán.

Por la fe en Jesús, el último Adán, el hombre puede ser liberado de todos los resultados de la desobediencia del primer Adán. Por la continuidad en la desobediencia del primer Adán, el hombre queda excluido de los valores de la obra del último Adán.

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