Hebreos 13:17

I. El autor de la paz. Desde toda la eternidad Dios se propuso el consejo de paz; y cuando, a causa del pecado, la discordia y la miseria vinieron al mundo, el Señor siempre consoló a Su pueblo con la promesa de redención. Nuestra paz es completa en el momento en que creemos en Jesús; nuestra paz se consuma cuando seamos presentados al Padre en la venida de nuestro Señor. De la misma manera, seguimos esperando nuestra salvación y nuestra adopción.

II. Jesús, el canal de la paz. Nuestro Señor Jesucristo fue el Cordero Pascual en el Calvario. A partir de ese momento se compró nuestra paz, y nos identificamos con el Sustituto. Dios lo ha levantado y exaltado ya nosotros con Él; Dios ha hecho así la paz y la perfección.

III. Dios obra en nosotros. Da buenos deseos, peticiones verdaderas, palabras y obras amorosas. Él nos prepara para la obra en el tiempo, como preparó la obra para nosotros en la eternidad. Mire con el ojo de la fe al Señor, y recibirá no sólo el mandamiento, sino el espíritu y el poder para obedecerlo; no solo verás el Ejemplo, sino que serás conformado a Su imagen.

A. Saphir, Lectures on Hebrews, vol. ii., pág. 439.

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