Juan 11:39

Tenemos aquí la Tumba, la Piedra, el Comando

I. En la tumba vamos a ver paganos. Bajo cualquier circunstancia es difícil, y debería serlo, cambiar la religión, ya sea de un individuo o de una raza. Es duro, porque es muy noble. Supongo que si algo bajo el sol debería ser querido para un hombre honesto, es su religión. Colorea su vida, da forma a sus principios, señala sus motivos, consagra sus acciones. Se hereda de sus padres; se entrelaza en torno a las raíces de su infancia; sonríe a su novia; suaviza las sombras de su tumba.

Y cuando la religión que te propones sustituir es una religión con una cruz en ella, sin prosperidad material como recompensa, y un mundo por venir como recompensa lejana, es maravilloso que alguien que pregunta qué le traerá el intercambio, y se le dice "el oprobio de Cristo", ¿tarda en dar su respuesta?

II. Pero Jesús dijo: "Quitad la piedra". Puede observarse a grandes rasgos que hay tres etapas en el trabajo misionero, con un orden lógico propio. Aunque, por supuesto, cuando le agrada, Dios confunde este orden, cortándolo o anticipándolo, manifestando así Su soberanía y haciendo todo el trabajo Él mismo. (1) Está el trabajo de preparación por parte de la civilización y la educación, en el que se quita la piedra para que entre la luz y el aire.

(2) Está la obra de evangelización por la cual la Palabra de Dios se habla directamente al espíritu: "Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos". (3) Está el trabajo final de regar y velar y madurar la vida joven recién nacida de la pastoral y la superioridad. "Suéltalo y déjalo ir". Creemos en el propósito redentor de Dios, y que es su voluntad en el presente reunir en una todas las cosas en Cristo; y aunque parece estar esperando, sabe por qué está esperando; asegúrese de que cuando todas las cosas se aclaren al romper el día, no habrá defecto en Su perfecta justicia, ni mota o mancha en la misericordia de Su corazón.

Obispo Thorold, Buenas palabras, 1880, pág. 458.

Referencias: Juan 11:39 . El púlpito del mundo cristiano, vol. x., pág. 281; Trescientos bosquejos del Nuevo Testamento, pág. 87. Juan 11:39 . Spurgeon, Sermons, vol. xviii., No. 105 2 Juan 1:11 : 40.

F. Stephens, Christian World Pulpit, vol. xxi., pág. 374; Revista del clérigo, vol. iii., pág. 281; Homiletic Quarterly, vol. ii., pág. 537. Juan 11:41 ; Juan 11:42 . A. Murray, Con Cristo en la escuela de oración, pág. 125; Homiletic Quarterly, vol.

vii., pág. 141. Jn 11:43. Púlpito de la Iglesia de Inglaterra, vol. xix., pág. 193. Jn 11: 43-44. Spurgeon, Sermons, vol. xxx., núm. 1776; Homilista, nueva serie, vol. iv., pág. 636; HW Beecher, Christian World Pulpit, vol. xxviii., pág. 307. Juan 11:46 . Revista homilética, vol. xvii., pág. 106.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad