De ahora en adelante me está guardada una corona de justicia, que el Señor, el juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Ver. 8. Hay una corona puesta ] Más allá de una corona no se extienden los deseos de los hombres mortales. Alejandro invitó a muchos a cenar y proporcionó una corona de 180 libras para dar a los que más bebieran. Cuarenta y uno se suicidaron bebiendo para conseguir esa corona. ¿Harán éstos más por una nimiedad que nosotros por el cielo?

Corona de justicia ] Por eso se llama salvación; no porque nos sea justo, sino porque la justicia de Cristo lo compró para nosotros, y será dado gratuitamente a los justificados por la fe.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad