(Porque todos los atenienses y extraños que estaban allí no gastaron su tiempo en nada más, sino en contarlo o en escuchar algo nuevo).

Ver. 21. Para todos los atenienses, etc. Demóstenes testifica la misma verdad en una respuesta a la carta de Felipe. ημεις ουδεν ποιουντες ενθαδε καθημεθα πυνθανομενοι ει τι λεγεται νεωτερον. Nosotros (les dice a sus compatriotas de Atenas), para decir la verdad, nos sentamos aquí, sin hacer nada más que gastar nuestro tiempo y escuchar las noticias del extranjero.

Esta su picazón nacional por las novedades, hizo que estuvieran más dispuestos a escuchar hablar a Paul. No está mal escuchar cómo va con la Iglesia, para que podamos regocijarnos con los que se alegran y llorar con los que lloran; Cum, singulis pectus meum copulo, dice Cipriano. Elí se sentó para escuchar qué había sido del arca; que cuando fue tomado, es difícil decir si primero se rompió, su corazón o su cuello.

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