10-18 Cristo es un buen Pastor; muchos que no eran ladrones, sin embargo fueron descuidados en su deber, y por su negligencia el rebaño fue muy dañado. Los malos principios son la raíz de las malas prácticas. El Señor Jesús sabe a quiénes ha elegido, y está seguro de ellos; ellos también saben en quiénes han confiado, y están seguros de él. Ved aquí la gracia de Cristo; como nadie podía exigirle su vida, la puso de sí mismo para nuestra redención. Se ofreció a sí mismo para ser el Salvador: He aquí que vengo. Y como la necesidad de nuestro caso lo exigía, se ofreció a sí mismo como sacrificio. Él fue tanto el oferente como la ofrenda, de modo que el hecho de dar su vida fue el ofrecimiento de sí mismo. De ahí se deduce que murió en lugar y representación de los hombres, para liberarlos del castigo del pecado, para obtener el perdón de sus pecados, y para que su muerte obtuviera ese perdón. Nuestro Señor no dio su vida por su doctrina, sino por sus ovejas.

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