Un misterio, una verdad hasta ahora desconocida; y aún no es del todo conocido por ninguno de los hijos de los hombres. Nosotros - los cristianos. El Apóstol los considera a todos como uno, en sus generaciones venideras. No todos morirán - Sufrirán una separación de alma y cuerpo. Pero todos, los que no mueran, seremos transformados, para que este cuerpo animal se vuelva espiritual.

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