Primera disculpa de Justin

Y alumbren vuestras buenas obras delante de los hombres, para que ellos, viéndolas, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”[27].

Ireneo contra las herejías Libro IV

Porque "al que te quite la túnica", dice, dale también tu manto; y al que te quite tus bienes, no se los pidas más; y como querrías que los hombres hicieran contigo, haced vosotros ellos: "[157]

Ireneo contra las herejías Libro IV

instituida una comparación entre nosotros y ellos, [yo preguntaría] ¿qué parte parecerá haber recibido [sus bienes terrenales] de la manera más justa? ¿Será el pueblo [judío], [quien tomó] de los egipcios, quienes eran en todo punto sus deudores; ¿O nosotros, [que recibimos bienes] de los romanos y de otras naciones, que no tenemos una obligación similar hacia nosotros? Sí, además, a través de su instrumento el mundo está en paz, y caminamos por los caminos sin temor, y navegamos por donde queremos.[420]

Clemente de Alejandría Exhortación a los Paganos

de razón y palabras de santidad que están inscritas en el corazón de los hombres: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo; al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra"[150].

Tertuliano contra Marción Libro IV

y nos invita, por el contrario, "al que nos abofetea en una mejilla, que le ofrezcamos también la otra, y que demos nuestra túnica al que nos quita el manto"[561].

Tertuliano de la Paciencia

a menos que sea hombre para ofrecer también la capa al que se quita la túnica?[78]

Arquelao Actas de la Disputa con el Heresiarca Manes

pero que nuestro Señor nos mandó ofrecer la otra mejilla también al que hirió la una.[425]

Didaché

Si alguno te da un golpe en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;[12]

Didaché

Si alguno te quita el manto, dale también la túnica.[14]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII “Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”[18].

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII

Y, "El que te demandare por la ley, y te quitare la túnica, déjale también tu capa".[21]

Homilía Clementina XV

lo que más bien me pareció muy injusto, y os diré cómo. Alegó que era justo presentarle a quien te golpea en una mejilla la otra[15]

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Antiguo Testamento