ἔνυξεν . Pinchado o apuñalado , palabra más suave que ἐξεκέντησαν ( Juan 19:37 ). Todas las Versiones antiguas marcan la diferencia entre los dos verbos. La Vulgata ( aperuit ) y Philox. Siriaco indica una lectura ἤνοιξεν. El objeto del νύττειν era asegurarse de que Él estaba muerto. La palabra aparece aquí sólo en el NT.

αἶμα κ. ὕδωρ . Ha habido mucha discusión en cuanto a la causa física de la muerte de Cristo; y los que investigan esto tratan de formular una hipótesis que al mismo tiempo dé cuenta de la efusión de sangre y agua. Se han propuesto dos o tres de estas hipótesis. Pero cabe dudar de que no estén del todo fuera de lugar. Se ha visto ( Juan 19:30 ) cómo los evangelistas insisten en que la muerte del Señor fue una entrega voluntaria de la vida, no un resultado impuesto a Él.

Por supuesto que puede ser que la voluntariedad haya consistido en acoger causas que han de resultar fatales. Pero es más sencillo creer que Él entregó Su vida antes de que las causas naturales fueran fatales. 'Nadie', ni judío ni romano, 'le quitó' de ninguna manera: Él lo pone 'de Sí mismo' ( Juan 10:18 ).

Y si nos negamos a investigar la causa física de la muerte del Señor, no necesitamos pedir una explicación física de lo que se registra aquí. San Juan nos asegura que lo vio con sus propios ojos, y lo registra para que creamos: es decir, lo considera como una 'señal' de que el cadáver no era uno ordinario, sino un Cuerpo que incluso en la muerte era Divino.

Apenas podemos estar equivocados al suponer que la sangre y el agua son simbólicas. La orden lo confirma. La sangre simboliza la obra de redención que acababa de completarse con Su muerte; y el agua simboliza el 'nacimiento de lo alto', con su limpieza del pecado, que fue el resultado de Su muerte, y es el medio por el cual nos apropiamos de ella. Así se representan los grandes Sacramentos. Algunos Padres ven en la doble efusión los dos bautismos, de sangre (en el martirio) y de agua. Otros ven a la Iglesia, Esposa de Cristo, brotando en los Sacramentos del costado del Segundo Adán durmiente, como Eva del costado del primer Adán.

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