Versículo 31. Los judíos, pues, porque era la preparación para que los cuerpos no quedaran en la cruz sobre el barro del sábado (porque ese sábado era un día grande), rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y que podría ser quitado. 32. Entonces vinieron los soldados, y quebraron las piernas del primero, y del otro que estaba crucificado con él, 33. Pero cuando llegaron a Jesús, y vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas: 34.

Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35. Y el que lo vio dio testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que creáis. 36. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 37. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.

CHRYS. Los judíos que colaron un mosquito y se tragaron un camello después de su audaz maldad, razonan escrupulosamente acerca del día: Los judíos, pues, porque era la preparación, que los cuerpos no quedaran en la cruz en sábado.

BED. Parasceue, es decir, preparación: el sexto día se llamaba así porque los hijos de Israel prepararon el doble de panes en ese día. Porque aquel día de reposo era un día alto, es decir, a causa de la fiesta de la pascua. Pidió a Pilato que les quebraran las piernas.

AGO. No para quitarles las piernas, sino para causarles la muerte, a fin de que sean bajadas de la cruz, y el día de la fiesta no sea contaminado por la vista de tan horribles tormentos.

TEOFILO. Porque estaba mandado en la Ley que el sol no se pusiera sobre el castigo de nadie; o no estaban dispuestos a aparecer torturadores y homicidas en un día de fiesta.

CHRYS. Cuán poderosa es la verdad: sus propios artificios son los que cumplen la profecía: Entonces vinieron los soldados y quebraron las piernas del primero, y del otro que estaba crucificado con Él.

Pero cuando llegaron a Jesús, y vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza.

TEOFILO. Para complacer a los judíos, perforan a Cristo, insultando así incluso su cuerpo sin vida. Pero el insulto resulta en un milagro: por milagro es que la sangre fluya de un cuerpo muerto.

AGO. El evangelista se ha expresado con cautela; no fue golpeado ni herido, sino que abrió Su costado: por lo que se abrió la puerta de la vida, de donde manaron los sacramentos de la Iglesia, sin los cuales no podemos entrar en esa vida que es la verdadera vida: Y de allí salió sangre y agua. Esa sangre fue derramada para la remisión de los pecados, esa agua templa la copa de la salvación. Esto fue lo que se prefiguró cuando a Noé se le mandó hacer una puerta en el costado del arca, por la cual entraron los animales que no habían de perecer por el diluvio; qué animales prefiguraron a la Iglesia.

Para dar sombra a esto, la mujer fue hecha del costado del hombre dormido; porque este segundo Adán inclinó la cabeza y durmió en la cruz, para que de lo que de ella saliera, pudiera formarse una esposa para él. ¡Oh muerte, por la que los muertos son vivificados, qué puede ser más puro que esa sangre, qué más saludable que esa herida!

CHRYS. Siendo esta la fuente de donde se derivan los santos misterios, cuando te acerques a la copa terrible, acércate a ella como si estuvieras a punto de beber del costado de Cristo.

TEOFILO. Vergüenza, pues, de aquellos que no mezclan el agua con el vino en los santos misterios: parecen como si no creyeran que el agua brotaba de un lado. Si sólo hubiera fluido sangre, un hombre podría haber dicho que quedaba algo de vida en el cuerpo, y que esa era la razón por la que fluía la sangre. Pero el agua que fluye es un milagro irresistible, y por eso el evangelista agrega: Y el que lo vio dio testimonio.

CHRYS. Como diciendo, no lo escuché de otros, sino que lo vi con mis propios ojos. Y su registro es verdadero, agrega, no como si hubiera mencionado algo tan maravilloso que se sospechara de su relato, sino para tapar la boca de los herejes, y en contemplación del valor profundo de esos misterios que anuncia. Y él sabe que dice la verdad, la podrías creer.

AGO. El que lo vio sabe; que el que vio no crea en su testimonio. Da testimonios de las Escrituras a cada una de estas dos cosas que relata. Después, no le quebraron las piernas, añade, Porque estas cosas fueron hechas para que se cumpliese la Escritura, Hueso suyo no será quebrado, mandamiento que se aplicaba al sacrificio del cordero pascual bajo la antigua ley, que sacrificio presagiaba el de nuestro Señor.

También después, Uno de los soldados con una lanza le abrió el costado, luego sigue otro testimonio de las Escrituras; Y de nuevo otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron, profecía que implica que Cristo vendrá en la misma carne en que fue crucificado.

JERÓNIMO. Este testimonio está tomado de Zacarías.

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