Ser como bebés recién nacidos. "Así como los recién nacidos siempre están sedientos y ávidos de leche, así vosotros, que sois recién nacidos en Cristo, debéis estar siempre sedientos y ávidos de la pura leche espiritual de la Buena Nueva. Como los niños crecen para convertirse en adultos, así creceréis vosotros y seréis salvos cuando Cristo venga!"

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Antiguo Testamento