13. Lo sabéis, por la enfermedad de la carne. Recuerda que recuerdan la manera amistosa y respetuosa en que lo habían recibido, y lo hace por dos razones. Primero, hacerles saber que los amaba y, por lo tanto, escuchar todo lo que dice; y en segundo lugar, para alentarlos, que, como habían comenzado bien, continuarían en el mismo curso. Esta mención de sucesos pasados, entonces, si bien es una expresión de sus amables saludos, también pretende ser una exhortación para actuar de la misma manera que lo habían hecho en un período anterior.

Por enfermedad de la carne quiere decir aquí, como en otros lugares, lo que tenía la tendencia a hacerlo parecer malo y despreciado. La carne denota su apariencia externa, que la palabra enfermedad describe como despreciable. Así era Paul cuando se encontraba entre ellos, sin espectáculo, sin pretensiones, sin honores ni rango mundanos, sin todo lo que pudiera ganarle respeto o estimación a los ojos de los hombres. Sin embargo, todo esto no impidió que los gálatas le dieran la recepción más honorable. La narrativa contribuye poderosamente a su argumento, porque ¿qué había en Pablo para despertar su estima o veneración, sino solo el poder del Espíritu Santo? ¿Bajo qué pretexto, entonces, comenzarán a despreciar ese poder? Luego, se les acusa de inconsistencia, ya que ninguna ocurrencia posterior en la vida de Pablo podría darles derecho a estimarlo menos que antes. Pero esto lo deja para ser considerado por los gálatas, contento con sugerirlo indirectamente como un tema de consideración.

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