12. Y si su caída, etc. Como nos había enseñado que después de que los judíos fueron repudiados, los gentiles fueron introducidos en su lugar, para que él no hiciera la salvación de los judíos no le agradaría a los gentiles, como si su salvación dependiera de la ruina de los judíos, él anticipa esta falsa noción y establece un sentimiento de un tipo opuesto, de que nada conduciría más a avanzar en la salvación de los gentiles, que la gracia de Dios florezca y abunde entre los judíos. Para probar esto, deriva un argumento de la menor: "Si su caída hubiera elevado a los gentiles, y su disminución los hubiera enriquecido, ¿cuánto más su plenitud?" porque lo primero se hizo en contra de la naturaleza, y lo último se hará de acuerdo con un orden natural de las cosas. Y no es una objeción a este razonamiento, que la palabra de Dios fluyó a los gentiles, después de que los judíos los rechazaron y, por así decirlo, los arrojaron de ellos; porque si lo hubieran recibido, su fe habría producido mucho más fruto del que su incredulidad había ocasionado; porque la verdad de Dios se habría confirmado de ese modo al realizarse en ellos, y también ellos mismos habrían guiado a muchos por sus enseñanzas, a quienes, por el contrario, por su perversidad, habían desviado.

Ahora habría hablado más estrictamente correcto, si, a la caída, se hubiera opuesto al aumento: (351) de esto, le recuerdo que nadie puede esperar aquí un lenguaje adornado, y no puede ofenderse con este simple modo de hablar; porque estas cosas fueron escritas para moldear el corazón y no la lengua.

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