11. Han tropezado, etc. Se le dificultará mucho entender este argumento, excepto que tenga en cuenta que el Apóstol a veces habla de toda la nación del Judios, y a veces de individuos solteros; De ahí surge la diversidad, que mientras él habla de los judíos como desterrados del reino de Dios, cortados del árbol y precipitados por el juicio de Dios en la destrucción, y que en otro niega haber caído en desgracia, pero eso por el contrario, continuaron en posesión del pacto y tuvieron un lugar en la Iglesia de Dios.

Es entonces en conformidad con esta diferencia que él ahora habla; porque, dado que los judíos en su mayor parte rechazaron a Cristo, de modo que la perversidad se había apoderado de casi toda la nación, y pocos de ellos parecían tener una mente sensata, hace la pregunta, si la nación judía había tropezado tanto con Cristo, que todo había terminado con ellos universalmente, y que no quedaba ninguna esperanza de arrepentimiento. Aquí él niega justamente que la salvación de los judíos debía ser desesperada, o que Dios los rechazó tanto, que no habría una restauración futura, o que el pacto de gracia, que una vez había hecho con ellos, era completamente abolido, ya que en esa nación había quedado la semilla de la bendición. De esto entendemos que debemos entender su significado: que antes de haber conectado una ruina segura con la ceguera, ahora da la esperanza de volver a levantarse; cuáles dos cosas son completamente diferentes. Entonces, quienes tropezaron perversamente con Cristo, cayeron y cayeron en la destrucción; sin embargo, la nación misma no había caído, de modo que el que es judío necesariamente debe perecer o estar alejado de Dios.

Pero por su caída, la salvación ha llegado a los gentiles, etc. El Apóstol afirma dos cosas en este lugar: que la caída de los judíos había resultado en salvación para los gentiles; pero para este fin, para que puedan ser encendidos por una especie de celos, y así ser llevados al arrepentimiento. Sin duda, tenía un ojo en el testimonio de Moisés, que ya había citado, donde el Señor amenazó a Israel, que como lo habían provocado a emular a través de sus dioses falsos; entonces él también, de acuerdo con la ley de represalias, los provocaría por una nación tonta.

La palabra aquí utilizada denota el sentimiento de emulación o celos con el que estamos emocionados, cuando vemos a otro preferido antes que nosotros. Desde entonces, era el propósito del Señor que Israel fuera provocado a la emulación, no estaban tan caídos como para precipitarse en la ruina eterna; pero para que la bendición de Dios, despreciada por ellos, llegara a los gentiles, para que por fin pudieran ser también alentados a buscar al Señor, de quien habían caído.

Pero no hay razón para que los lectores se cansen demasiado de la aplicación de este testimonio: porque Pablo no se detiene en el significado estricto de la palabra, sino que alude solo a una práctica común y bien conocida. Como la emulación estimula a una esposa, quien por su culpa ha sido rechazada por su esposo, de modo que ella se esfuerza por reconciliarse nuevamente; así que puede ser ahora, dice, que los judíos, al ver a los gentiles introducidos en su lugar, se sentirán con pena por su divorcio y buscarán la reconciliación.

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