Nuestra Dignidad Presente y Nuestro Destino Futuro. “Mirad qué amor sobrenatural nos ha dado el Padre, para que seamos llamados 'hijos de Dios'; y así somos. Es por eso que el mundo no nos reconoce, porque no lo reconoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos que, si se manifestare, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica a sí mismo como el Señor es puro”.

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Antiguo Testamento