Ahora bien, el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no los puede conocer, porque son juzgados espiritualmente. [Así como el sonido es percibido por el oído, y no por el ojo, así el espíritu del hombre percibe las cosas espirituales que no pueden ser comprendidas por su naturaleza psíquica. Pero un hombre que ha vivido en el plano psíquico inferior, una víctima carnal y sensual de los apetitos corporales, por negligencia ha dejado que sus facultades espirituales se vuelvan tan aletargadas, y por el pecado las ha adormecido tanto, que las cosas espirituales de Dios se vuelven como locura para él, a pesar de su dignidad-- 1 Timoteo 1:15 ]

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