Pero el hombre natural, es decir, todo hombre que no tiene el Espíritu; que no tiene otra forma de obtener conocimiento que por sus sentidos y comprensión natural. No recibe - No comprende ni concibe. Las cosas del Espíritu: las cosas reveladas por el Espíritu de Dios, ya sea en relación con su naturaleza o su reino. Porque son locura para él. Está tan lejos de comprender, que los desprecia por completo. Ni puede conocerlos. Como no tiene la voluntad, tampoco tiene el poder. Porque se disciernen espiritualmente: sólo se pueden discernir con la ayuda de ese Espíritu y con esos sentidos espirituales, que él no tiene.

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