mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio de ello su conciencia, y acusándolos o excusándolos sus pensamientos unos con otros) [El significado aquí puede captarse rápidamente en la siguiente paráfrasis: Judíos y gentiles son iguales pecadores, pero cada uno tuvo la oportunidad de obtener la justificación legal; el primero guardando una ley revelada exteriormente, el segundo obedeciendo una ley revelada interiormente.

Ahora bien, los gentiles tienen tal ley, como se desprende de su conducta moral general; porque cuando aquellos que no tienen la ley de Moisés, hacen, por su propio impulso interno, natural, las cosas prescritas por la ley de Moisés, ellos son una ley para sí mismos, teniendo en sí mismos las tres funciones de la ley, en que la la guía de su corazón los predispone a conocer el derecho, el testimonio de su conciencia atestigua con su corazón que el derecho es preferible y, por último, después de realizada la acción, sus pensamientos o razonamientos internos los acusan o excusan según su acto haya tenido. estado mal o bien.

Estos fenómenos psicológicos bien conocidos, observables entre los gentiles, son prueba concluyente de que no están sin ley, con su poder y privilegio de justificación. Por tanto, no todos son pecadores porque hay respeto de personas con Dios, pues todos tienen la posibilidad de alcanzar la justificación];

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