Quienes se muestran: a sí mismos, a otros hombres y, en cierto sentido, a Dios mismo. La obra de la ley: la sustancia, aunque no la letra, de la misma. Escrito en su corazón - Por la misma mano que escribió los mandamientos en las tablas de piedra. Su conciencia - No hay ninguna de todas sus facultades que el alma tenga menos en su poder que esta. Dar testimonio - En un juicio están el demandante, el acusado y los testigos.

La conciencia y el pecado mismo son testigos contra los paganos. Sus pensamientos a veces los excusan, a veces los condenan. Entre ellos - alternativamente, como demandante y demandado. Acusarlos o incluso defenderlos: la misma forma de hablar muestra que tienen mucho más espacio para acusar que para defender.

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