Cuando ayunáis, Nuestro Señor no ordena el ayuno, las limosnas ni la oración, todos estos deberes que antes estaban plenamente establecidos en la Iglesia de Dios. No seas como los hipócritas , etc. No sigas el ejemplo de los hipócritas, quienes, para mostrar que ayunan, asumen un semblante triste; una mirada abatida, austera y mortificada, como afecta a los falsos devotos, que hacen que la piedad consista en un espectáculo exterior, más que en una verdadera bondad. Porque desfiguran sus rostros , es decir, con polvo y ceniza que se les echa sobre la cabeza, como era habitual en tiempos de duelo y solemne humillación. De cierto os digo que ya tienen su recompensaLes aseguro que las personas de este carácter no tendrán otra recompensa que la estima de aquellos a quienes engañan con tales apariencias. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza , etc.

Ven al extranjero con tu atuendo habitual. Los judíos a menudo ungían sus cabezas. Para que no aparezcas , etc. Para que, deseando la aprobación de Dios y no el aplauso de los hombres, seas principalmente solícito para presentarte ante Dios como alguien que ayuna; y Dios, que está siempre contigo y conoce tus pensamientos más secretos, te concederá abiertamente las bendiciones que pertenecen a un verdadero arrepentido, “cuya mortificación, contrición y humildad puede discernir sin la ayuda de miradas o vestidos, o expresiones externas de cualquier tipo. Pero debe recordarse que nuestro Señor está hablando aquí del ayuno privado , al cual sólo deben aplicarse sus instrucciones; porque, cuando hay que lamentar pecados o calamidades públicos, el deber de ayunar debe realizarse de la manera más pública ".

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