(15-18) Para tomar una ilustración de las relaciones puramente humanas. Un pacto una vez ratificado es vinculante. No se puede tratar como si no existiera, ni se le pueden agregar nuevas cláusulas. Ahora, el pacto y la promesa hechos a Abraham (según los términos en los que se hizo) no podían apuntar a nadie más que al Mesías. Ese pacto no se vio afectado por la Ley, que fue cuatrocientos treinta años posteriores a él en su fecha. La ley y la promesa son dos cosas totalmente diferentes y mutuamente excluyentes. Pero el pacto con Abraham fue hecho por promesa. La Ley, por tanto, no tuvo nada que ver con eso.

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