Hechos 9:4

Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? - Es notable que sólo aquí, en el griego original, y en Hechos 9:17 , como en la reproducción de las palabras en Hechos 22:27 ; Hechos 26:14 , encontramos la forma hebrea del nombre benjamita.

Es como si él, que se gloría de ser sobre todas las cosas un hebreo de los hebreos, oyera ser reclamado como tal por Aquel que habló desde el cielo, llamado como Samuel había sido llamado en la antigüedad ( 1 Samuel 3:4 ), y teniendo que decidir si resistiría hasta el final, o cedería, diciendo con Samuel: “Habla, Señor, que tu siervo oye.

”La narración implica que el perseguidor vio la forma del Hijo del Hombre y escuchó su voz, y a esa presencia visible el Apóstol se refiere después como un testimonio para él de la Resurrección ( 1 Corintios 9:1 ; 1 Corintios 15:8 ).

Si preguntamos por la forma de la aparición, es natural pensar en ella como si se encontrara con la mirada de Esteban. Las palabras del mártir, "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios" ( Hechos 7:56 ), habían parecido entonces al celo ardiente del fariseo como las de un blasfemo.

Ahora él también vio al Hijo del Hombre en la gloria del Padre extendiendo Su mano, no ahora, como lo había hecho entonces, para recibir al siervo que fue fiel hasta la muerte, sino, en respuesta a la última oración de ese siervo, para transforma al perseguidor en la semejanza de su víctima.