(11) El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo: el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso; porque no cree en el testimonio que Dios dio de su Hijo.

(11) Él prueba la certeza del testimonio terrenal por la conciencia de cada hombre que tiene ese testimonio en sí mismo, cuya conciencia él dice no puede ser engañada porque está de acuerdo con el testimonio celestial que el Padre da del Hijo; porque de lo contrario el Padre debe ser un Mentiroso, si la conciencia que está de acuerdo y asiente al Padre, mienta.

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