• Isaías 48:9

    “Por amor de mi nombre refreno mi furor; para alabanza mía lo reprimo, para no destruirte.

  • Isaías 48:10

    He aquí que te he purificado, pero no como a plata; te he probado en el horno de la aflicción.

  • Isaías 48:11

    Por mí, por amor de mí mismo lo hago; pues, ¿cómo ha de ser profanado mi nombre? ¡No daré a otro mi gloria!

  • Isaías 48:12

    “Escúchame, oh Jacob; y tú, oh Israel, a quien he llamado. Yo Soy. Yo soy el primero, y también soy el último.

  • Isaías 48:13

    Ciertamente mi mano puso los fundamentos de la tierra; mi mano derecha extendió los cielos. Cuando yo los convoco, ellos comparecen juntos.

  • Isaías 48:14

    “Reúnanse todos ustedes y escuchen: ¿Quién hay entre ustedes que revele estas cosas? Aquel a quien el SEÑOR ama, él hará su voluntad sobre Babilonia, y su brazo estará sobre los caldeos.

  • Isaías 48:15

    Yo, yo mismo he hablado; en verdad lo he llamado. Yo lo he traído, y haré prosperar su camino.

  • Isaías 48:16

    Acérquense a mí y oigan esto: Desde el principio no he hablado en secreto; desde que las cosas sucedieron, allí he estado yo”. Y ahora me ha enviado el SEÑOR Dios y su Espíritu.

  • Isaías 48:17

    Así ha dicho el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: “Yo soy el SEÑOR tu Dios que te enseña provechosamente, y que te conduce por el camino en que has de andar.

  • Isaías 48:18

    ¡Oh, si hubieras estado atento a mis mandamientos! Tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar.

  • Isaías 48:19

    Tu descendencia sería como la arena, y los que salen de tus entrañas como sus granos. Su nombre nunca sería eliminado ni borrado de mi presencia.

  • Isaías 48:20

    “¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan de entre los caldeos! Anuncien esto con voz de alegría; háganlo oír. Difúndanlo hasta el extremo de la tierra. Digan: ‘El SEÑOR ha redimido a su siervo Jacob’.

  • Isaías 48:21

    No tuvieron sed cuando los llevó por lugares secos; él hizo brotar agua de la roca para su pueblo. Partió la peña, y fluyeron aguas.

  • Isaías 48:22

    “¡No hay paz para los malos!”, dice el SEÑOR.

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