Jeremias 2:1-37

1 Vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

2 “Ve, proclama a los oídos de Jerusalén y diles que así ha dicho el SEÑOR: ‘Me acuerdo de ti, de la lealtad de tu juventud, del amor de tu noviazgo, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en una tierra no sembrada.

3 Santo era Israel para el SEÑOR, primicia de su cosecha. Todos los que lo devoraban eran culpables, y el mal recaía sobre ellos’, dice el SEÑOR”.

4 ¡Oigan la palabra del SEÑOR, oh casa de Jacob y todas las familias de la casa de Israel!

5 Así ha dicho el SEÑOR: “¿Qué maldad hallaron en mí sus padres, para que se hayan alejado de mí y se hayan ido tras la vanidad haciéndose vanos ellos mismos?

6 No dijeron: ‘¿Dónde está el SEÑOR, que nos hizo subir de la tierra de Egipto y nos condujo por el desierto, por una tierra árida y de hoyos, por una tierra reseca y de densa oscuridad, por una tierra por la cual ningún hombre ha pasado ni habitó allí hombre alguno?’.

7 Yo los introduje en una tierra fértil, para que comieran de su fruto y de lo bueno de ella. Pero cuando entraron, contaminaron mi tierra y convirtieron mi heredad en abominación.

8 Los sacerdotes no dijeron: ‘¿Dónde está el SEÑOR?’. Los que se ocupaban de la ley no me conocieron. Los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal y anduvieron tras lo que no aprovecha.

9 Por tanto, dice el SEÑOR, aún contenderé contra ustedes; contra los hijos de sus hijos contenderé.

10 Pasen a las costas de Quitim y observen. Envíen a Quedar y consideren cuidadosamente. Vean si acaso se ha hecho algo semejante a esto.

11 ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, a pesar de que ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.

12 “¡Espántense, oh cielos, y horrorícense por esto! Tiemblen en gran manera, dice el SEÑOR.

13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me han abandonado a mí, que soy fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua.

14 “¿Acaso es Israel un esclavo, o uno nacido en casa? ¿Por qué ha llegado a ser una presa?

15 Los leones rugieron contra él, emitieron su voz e hicieron de su tierra una desolación. Sus ciudades están devastadas y sin habitantes.

16 Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te rompieron el cráneo.

17 ¿No te ha sobrevenido esto porque abandonaste al SEÑOR tu Dios cuando él te conducía por el camino?

18 Ahora pues, ¿qué tienes tú que ver con el camino de Egipto, para que bebas las aguas del Nilo? ¿Y qué tienes que ver con el camino de Asiria, para que bebas las aguas del Río?”.

19 El SEÑOR Dios de los Ejércitos dice: “Tu maldad te castigará, y tu apostasía te condenará. Reconoce, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber abandonado al SEÑOR tu Dios y el no haberme temido.

20 Porque desde hace mucho quebraste tu yugo y rompiste tus coyundas. Dijiste: ‘¡No serviré!’. Ciertamente sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso te echabas tú, oh prostituta.

21 Yo te planté como una vid escogida, como una simiente del todo verdadera. ¿Cómo, pues, te me has convertido en una cosa repugnante, en una vid extraña?”.

22 El SEÑOR Dios dice: “Aunque te laves con lejía y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá delante de mí.

23 ¿Cómo puedes decir: ‘No estoy contaminada; nunca anduve tras los Baales’? Mira tu proceder en el valle; reconoce lo que has hecho, oh camellita liviana que entrecruza sus caminos.

24 Eres un asna montés, acostumbrada al desierto, que en el ardor de su deseo olfatea el viento. Estando en su celo, ¿quién la detendrá? Todos los que la busquen no tendrán que fatigarse, pues la hallarán en su ardor.

25 ¡Evita que tus pies anden descalzos y que tu garganta tenga sed! Pero dijiste: ‘¡No, es inútil! Porque amo a los extraños, y tras ellos he de ir’.

26 “Como el ladrón se avergüenza cuando es sorprendido, así se avergonzarán los de la casa de Israel — ellos, sus reyes, sus magistrados, sus sacerdotes y sus profetas — ,

27 los que dicen a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú me has dado a luz’. “Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de su angustia dicen: ‘¡Levántate y líbranos!’.

28 Pero, ¿dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se levanten, si te han de librar en el tiempo de tu desgracia! Porque según el número de tus ciudades, oh Judá, han sido tus dioses.

29 ¿Por qué contienden conmigo? Todos ustedes se han rebelado contra mí, dice el SEÑOR.

30 En vano he azotado a sus hijos; ellos no han recibido corrección. Su espada ha devorado a sus profetas como un león destructor.

31 ¡Oh generación, consideren la palabra del SEÑOR! ¿Acaso he sido para Israel como un desierto o como una tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: ‘Somos libres; nunca más volveremos a ti’?

32 ¿Se olvida acaso la virgen de sus joyas, o la novia de su atavío? Sin embargo, mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.

33 “¡Qué bien dispones tus caminos para buscar amor! Ciertamente aun a las malas mujeres enseñaste tus caminos.

34 Hasta en tus faldas se ha encontrado la sangre de las personas pobres e inocentes. No los hallaste forzando la entrada. Sin embargo, en todo esto

35 tú dices: ‘Soy inocente; ciertamente él ha apartado su ira de mí’. Porque dijiste: ‘No he pecado’, he aquí que yo entraré en juicio contra ti.

36 ¡Cuán frívola eres para cambiar tus caminos! También serás avergonzada por Egipto, como fuiste avergonzada por Asiria.

37 También de allí saldrás con las manos sobre tu cabeza. Porque el SEÑOR ha desechado los objetos de tu confianza, y no prosperarás con ellos”.

DEBATE CON LOS JUDIOS, EN EL QUE SE LES RECUERDA SU PRIMERA DEVOCION Y EL CONSIGUIENTE FAVOR DE DIOS. ANUNCIO DE LA VENIDA DE LOS JUICIOS DE DIOS A CAUSA DE SU IDOLATRIA. Es probable que esto ocurriese el año trece del reinado de Josías (cap. 1:2; véase cap. 3:6, “también … en … días de Josías”). La amonestación a que no se fiasen (de nadie) como lo habían hecho con Egipto (v. 18), estaba de acuerdo con la política de Josías, quien se había unido a Asiria y a Babilonia contra Egipto (2 Reyes 23:29). Jeremías, indudablemente, apoyaba la reforma emprendida por Josías, el año anterior (el 12 de su reinado), y totalmente llevada a cabo en el año diez y ocho.

2. clama—esto es, proclama. Jerusalem—el reducto y centro de su idolatría; a ella, de consiguiente, se dirige primero. de ti—major, “Recuérdame en cuanto a ti” [Henderson]; para contigo [Maurer]. la misericordia de tu mocedad—no tanto la misericordia o bondad de Israel para con Dios, cuanto la bondad que Israel experimentó de parte de Dios en su primitiva historia (véase Ezequiel 16:8, Ezequiel 16:22, Ezequiel 16:60; Ezequiel 23:38, Ezequiel 23:19; Oseas 2:15). Pues Israel, desde el principio, mostró perversidad más bien que bondad, para con Dios (véase Éxodo 14:11; Éxodo 15:24; Éxodo 32:1, etc). Cuanto mayores eran, desde el principio, los favores que Dios les dispensaba, más detestable era su ingratitud, evidenciada por un alejamiento mayor de él (vv. 3, 5, etc, etc.) desposorio—el intervalo entre los esponsales de Dios a la salida de Egipto, y el formal contrato matrimonial en el Sinaí. Ewald interpreta la “bondad” y el “amor” como de Israel para con Dios al principio (Éxodo 19:8; Éxodo 24:3; Éxodo 35:20; Éxodo 36:5; Josué 24:16). Pero véase Deuteronomio 32:16 y Ezequiel 16:5, Ezequiel 16:15, Ezequiel 16:22 (“los días de tu mocedad”) quiere decir que el amor a que se alude aquí, era el de Dios para con Israel y no el de Israel para con Dios. andabas en pos de mí en el desierto—El acto siguiente del amor de Dios fué el de haberlos guiado en el desierto, sin necesidad del auxilio de ningún dios extraño como el que ellos habían adorado desde entonces, para que le ayudase (Deuteronomio 2:7; Deuteronomio 32:12). El v. 6 demuestra que se habla de Dios, que los “guiaba” y no de que ellos lo siguiesen a él por el desierto, lo cual está sobrentendido.

3. Santidad era Israel a Jehová—esto es, estaba consagrado al servicio de Jehová (Éxodo 19:5). Lo que condecía con la inscripción de la lámina de oro del sumo sacerdote, que decía “Santidad a Jehová” (Deuteronomio 7:6; Deuteronomio 14:2, Deuteronomio 14:21). primicias de sus nuevos frutos—esto es, de la producción de Jehová: pues así como las primicias de toda la producción de la tierra estaban consagradas a Dios (Éxodo 23:19; Números 18:12), así Israel, como primicia y nación representativa entre todas las demás naciones, estaba consagrada a él. Lo propio ocurre con el Israel espiritual (Santiago 1:18; Apocalipsis 14:4). devoran—Es la continuación de la descripción de las primicias que fueron comidas en la presencia de Jehová por los sacerdotes, como representantes suyos; todos los que comieron (dañaron) las primicias de Jehová (esto es, dañaron a Israel) y se hicieron culpables, como por ejemplo, Amalec, los amorreos, etc., que fueron extirpados por haber pecado contra Israel. vendrá—más bien, vino.

4. Jacob … Israel—la totalidad de la nación. familias—(Nota, cap. 1:15), que oyen la palabra de Dios no sólo colectivamente, sino individualmente (Malaquías 12:12).

5. maldad—¿qué agravio les hice? (Isaías 5:4; Miqueas 6:3; cf. Deuteronomio 32:4). tras la vanidad—en contraste con “andabas en pos de mí” en el desierto (v. 2); entonces yo era tu guía en el estéril desierto; ahora tus guías son tus ídolos. tornáronse vanos—un ídolo no sólo es vano (impotente y vacuo), sino la misma vanidad. Sus adoradores adquieren su carácter, haciéndose vanos como él (Deuteronomio 7:26; Salmo 115:8). El carácter de un pueblo jamás se eleva por sobre el de sus dioses, los cuales expresan su “verdadera naturaleza” [Bacon] (2 Reyes 17:15; Jonás 2:8).

6. Y no dijeron: ¿Dónde, etc.?—Las mismas palabras que Dios emplea (Isaías 63:9, Isaías 63:11, Isaías 63:13), cuando por decir así, se recuerda a sí mismo sus anteriores actos de amor para con Israel, como fundamento de su nueva interposición en favor de ellos. Cuando ellos no dirían: ¿Dónde está Jehová? etc., Dios mismo lo dijo al fin por ellos (véase Nota v. 2 arriba) desierta y despoblada—El desierto entre el Monte de Sinaí y palestina, abunda en hoyos y grietas en los que las bestias de carga se hunden hasta las rodillas. “Sombra de muerte”. Esta frase se refiere a las tinieblas de las cavernas en medio de los precipicios rocosos (Deuteronomio 8:15; Deuteronomio 32:10).

7. tierra de Carmelo—O bien, tierra bien cultivada; una tierra de jardines, en contraste con “tierras de desiertos” (v. 6). contaminasteis—con vuestras idolatrías (Jueces 2:10; Salmo 78:58; Salmo 106:38). Aquí se pasa de la tercera persona “dijeron” del v. 6, a la segunda: “comieseis”, “entrasteis”, “contaminasteis”, etc., para demostrar la culpabilidad de la presente generación.

8. Las tres clases principales, cuyo verdadero oficio bajo la teocracia, era encaminar el pueblo a Dios, lo desecharon valiéndose del mismo lenguaje de la nación en su totalidad: “¿Dónde estaá Jehová..? (Véase el v. 6). Los sacerdotes, cuya función era explicar la Ley (Malaquías 2:6). tenían la ley—los que se ocupaban en los asuntos de su ministerio. Los pastores, no los religiosos, sino los civiles, esto es, los príncipes o gobernantes (cap. 3:15), cuyo deber era cuidar de su pueblo; los profetas, que debían haber disuadido al pueblo de su apostasía, lo estimularon a continuar en ella mediante los pretendidos oráculos de Baal, falso dios fenicio. en Baal—en su nombre y por su autoridad (véase cap. 11:21). anduvieron tras lo que no aprovecha—que concuerda con “fueron tras la vanidad”, es decir, tras los ídolos (v. 5; cf. v. 11; Habacuc 2:18).

9. pleitearé—infligiéndoos mayores juicios todavía. hijos de vuestros hijos—tres MSS. y Jerónimo omiten “de los hijos”; por creer impropia la expresión “los hijos de los hijos” por no venir precedida de la expresión “hijos”. Pero ha sido escrito así intencionalmente para insinuar que el juicio de la nación, sería suspendido hasta pasar muchas generaciones [Horsley]. (cf. Ezequiel 20:35; Miqueas 6:2).

10. pasad a las islas—mejor “atravesad las islas”. Chittim … Cedar—esto es, las naciones paganas, del éste y del oeste. Id a donde quisiereis, y no hallaréis ejemplo alguno de que una nación pagana haya cambiado sus dioses por otros ajenos. Sólo Israel ha hecho esto. No obstante, los dioses paganos son dioses falsos; mientras que Israel, al abandonarme a mí por otros dioses, abandonó su “gloria” por inútiles ídolos. Chittim—Chipre, colonizada por los fenicios, los cuales fundaron en ella ciudad de citium, o sea la moderna Chitti. Más tarde, ese término se aplicó a todas las costas marítimas del Mediterráneo, especialmente a Grecia (Números 24:24; Isaías 23:1; Daniel 11:30). Cedar—los beduinos y los árabes, al oriente de Palestina, descendientes de Ismael.

11. gloria—Jehová, la gloria de Israel (Salmo 106:20; Romanos 1:23). El Shequinah o nube que descansaba sobre el santuario, era el símbolo de “la gloria de Jehová” (1 Reyes 8:11; véase con Romanos 9:4). El becerro de oro tenía por objeto representar la imagen del Dios verdadero (Véase Éxodo 32:4), con todo, se le llama “ídolo” (Hechos 7:41). Ello (lo mismo que las imágenes católicas romanas) fué una violación del segundo mandamiento, como lo es del primero la pagana multiplicación de los dioses gentiles. que no aprovecha—(v. 8).

12. Apasionada personificación (Isaías 1:2). horrorizaos … desolaos—más bien, despavoríos ante el monstruoso espectáculo. Liter., secaos o devastaos. Los lugares devastados ofrecen un horroroso aspecto. [Maurer].

13. dos males—no uno meramente como los paganos que carecen de luz: mi pueblo además de la simple idolatría, cometió el pecado de abandonar al verdadero Dios, a quien ellos habían conocido. Los paganos, aunque cometieron el pecado de idolatría, son inocentes en cuanto a cambiar el verdadero Dios por los ídolos (v. 11). dejáronme a mí—La construcción hebrea coloca al único Dios viviente en sobresaliente contraste con la nadería de los ídolos. “Dejáronme a mí, fuente de agua viva”, etc. (cap. 17:13; Salmo 36:9; Juan 4:14). cisternas rotas—recipientes que contienen agua de lluvia muy comunes en oriente, donde escasean los manantiales. Las cisternas no sólo no pueden proveer de agua fresca de manera perenne, como las fuentes, sino que ni siquiera retienen la que a raíz de un aguacero penetra en ellas; pues estando roto su revestimiento interior de piedras, la tierra absorbe la que ocasionalmente penetra en ellas. Otro tanto ocurre en general con todos los medios terrenales de satisfacer los más elevados anhelos del hombre, comparados con los celestiales (Isaías 55:1, cf. Lucas 12:33).

14. ¿Es Israel siervo—No. Jehová ha dicho así: “Israel es mi hijo, mi primogénito” (Éxodo 4:22). Los versículos 16, 18 y 36 y la falta de todo contraste expreso entre las dos partes de la nación, están contra la opinión de Eichorn, de que el profeta le recuerda a Judá que hasta la fecha se ha escapado, el caso de Israel, el reino de las diez tribus llevadas cautivas por los asirios, como una advertencia de lo que a ellos les podría ocurrir, si persisten todavía en poner su esperanza en Egipto. ¿Eran las diez tribus de Israel de inferior alcurnia que Judá? No, por cierto. Pues si aquéllas fueron vencidas por Asiria, ¿qué puede esperar Judá de Egipto frente a Asiria? “Israel” aquí es más bien todo el residuo dejado aun en su país, a saber, Judá. “¿Cómo pudo ser que la nación que otrora estuvo bajo la protección especial de Dios (v. 3) haya sido dejada ahora a merced del enemigo como una indigna esclava?” El profeta contempla este suceso como si estuviese presente, aunque era todavía futuro (v. 19).

15. leones—los príncipes de Babilonia (cap. 4:7; véase Amós 3:4). Aquí se alude al desastre causado por los caldeos el año cuarto del reinado de Joacim, y al ocurrido tres años más tarde, cuando confiado en Egipto, se rebeló contra Nabucodonosor (cap. 46:2; 2 Reyes 24:1).

16. Noph … Taphnes—Menfis, capital del Bajo Egipto, en la orilla occidental del Nilo, cerca de la pirámide de Gizé, frente a la moderna ciudad del Cairo. Dafnes, situada en el brazo del Nilo llamado Tanítico, cerca de Pelusio, en la frontera de Palestina. En Isaías 30:4, se dice Hanes, por contracción. Estas dos ciudades, una de las cuales era la capital y la otra aquella con la que los judíos estuvieron más en relación, representan a todo Egipto. Tafnes deriva su nombre de la diosa Tafnet [Champollión]. Menfis procede de Man-nofri, “la residencia de los hombres buenos”, en hebreo ese nombre se escribe “Moph” (Oseas 9:6), o Noph. La alusión es a la futura invasión de Judá por el Faraón-necao de Egipto, a su regreso del Eufrates, que fué cuando depuso a Joacaz y le impuso un fuerte tributo al país (2 Reyes 23:33). Probablemente está incluída también la muerte de Josías en la batalla librada con ese mismo Faraón (2 Reyes 23:29). quebrantaron—mejor se te desnutrirá la coronilla, esto es, serás víctima de la mayor ignominia, cual lo era la calvicie en el oriente (cap. 48:37; 2 Reyes 2:23). “Aun” los egipcios, en quenes tú confías, te dejarán chasqueado en tus esperanzas [Maurer]. Joacim se había aliado dos veces con los egipcios (2 Reyes 23:34): cuando recibió la corona de ellos, y cuando se rebeló contra Nabucodonosor (2 Reyes 24:1, 2 Reyes 24:7). Habiendo los caldeos llegado a ser los amos del Asia, amenazaron a Egipto. Y Judea, situada entre las potencias beligerantes, se vió expuesta a frecuentes incursiones de uno u otro de los ejércitos enemigos. Y desgraciadamente, excepto en el reinado de Josías, ella se puso del lado de Egipto, contra las amonestaciones de Dios.

17. Liter: “¿No te acarreó esta calamidad el haber tú dejado a Jehová?” Así traduce la Versión de los Setenta. Los acentos masoréticos hacen de “esto” el sujeto del verbo, dejando el objeto para que se sobrentienda. ¿No te ha granjeado esto (la inminente calamidad) el que has abandonado”, etc.? (cap. 4:18). hacía andar—(Deuteronomio 32:10). camino—el artículo, en el original hebreo, expresa el camino recto, el camino de Jehová, a saber, la educación moral que recibieron mediante el pacto de Moisés.

18. Ahora—usado a manera de razonamiento, no como adverbio de tiempo. el camino de Egipto—¿Qué tienes tú que ver con el camino, esto es, para que desciendas a Egipto; o qué, etc., para que vayas a Asiria? bebas agua—esto es para buscar la fortalecedora ayuda de ellos; así los vv. 13 y 36; véase con “aguas”, que significan fuerzas numerosas (Isaías 8:7). del Nilo; en hebreo sihor, el río Negro, en griego Melas (negro), llamado así a causa del depósito o sedimento que deja después de la inundación (Isaías 23:3). La Versión de los Setenta lo identifica con el Gihón, uno de los ríos del Paraíso. del río—el Eufrates, llamado preeminentemente el río, tomado en sentido figurado por el poder asirio. En 625 a. de J. C., el año diez y siete de Josías y el cuarto del ministerio de Jeremías, el reino de Asiria cayó antes que el de Babilonia; Asiria se menciona aquí por Babilonia, su sucesora. Así ocurre en 2 Reyes 23:29; Lamentaciones 5:6. Había sin duda una alianza entre Judea y Asiria (esto es, Babilonia), que hizo que Josías marchara contra Faraón-necao de Egipto, cuando éste Salió contra Babilonia; las funestas consecuencias de esa alianza están prodichas en el v. 36.

19. castigará … condenará—más bien, con sentido más severo, te reprenderá … te corregirá [Maurer]. tu apartamiento—En el original “apostasías”, en plural, para expresar el número y la variedad de sus defecciones. Las mismas alianzas que habían contraído sirvieron de ocasión para su derrota (Proverbios 1:31; Isaías 3:9; Oseas 5:5). sabe … y veImperativos por futuros: Tú sabrás y verás a costa tuyami temor—más bien, “el temor de mí”.

20. he quebrado—El hebreo debería tomarse como la segunda persona femenina, una forma común en Jeremías: “ has quebrado”, etc. Así la Versión de los Setenta, y el sentido lo requiere. tu yugo … tus ataduras—el yugo y las ataduras que yo te impuse, a saber, mis leyes (cap. 5:5). no serviré—Según el Keri y muchos MSS., no transgrediré. Pero la Versión de los setenta y la mayor Parte de las autoridades leen no serviré, esto es, no obedeceré. El sentido de la Versión Inglesa es: “Yo quebranté tu yugo (en Egipto), etc., y (en ese tiempo) dijiste: No transgrediré; mientras que (desde entonces) ha andado vagando” (lejos de mí) (Éxodo 19:8). collado … árbol umbroso una escena de actos idolátricos (Deuteronomio 12:2; Isaías 57:5, Isaías 57:7). corrías—más bien, te has inclinado, como para el acto de adulterio, figura de la desvergonzado idolatría (Éxodo 34:15; véase Job 31:10).

21. Es la misma figura que en Deuteronomio 32:32; Salmo 80:8; Isaías 5:1, etc. te me—en lo que a mí respecta.

22. lejia—(nitro). No se trata de lo que ahora se llama así, sino del natrón de Egipto, un álcali mineral incrustado en el fondo de los lagos, después que el calor del verano ha evaporado el agua; es usa para lavar (Job 9:30; Proverbios 25:20). jabónpotasa, el carbonato de la cual se obtiene, en estado impuro, mediante la combustión de distintas plantas, el kali o barrilla de Egipto y Arabia. Mezclado con aceite se usaba para lavar. sellado—profundamente impregnado, indeleblemente marcado; en hebreo catham, que equivale a Cathab. Otros traducen: “Está atesorado”, del árabe. Maurer, está contaminado; procedente de una raíz siríaca.

23. (Proverbios 30:12). Baales—Plural, para expresar excelencia multiforme; compárese con Elohim. miraconsidera. en el valle—a saber, de Hinnom, o Tofet, al Sudoeste de Jerusalén, el que se hizo infame a causa de los sacrificios humanos ofrecidos en él a Moloch (véase cap. 31:32; 19:2, 6, 13, 14; 32:25; Isaías 30:33, Nota). El sustantivo dromedaria, que sigue en este ver. Y el del v. 24, asna, están empleados en oposición al sobrentendido pronombre “tú”. dromedaria—más bien, una camella de pocos años. que frecuenta—liter., que (todo) lo complica; cuyos caminos son tortuosos, vagando de aquí para allá en busca de machos. En cuanto a la lujuria moral de los judíos, véase Oseas 2:6.

24. (Caps. 14:6; Job 39:5). “Asna montés”, expresión que concuerda con el pronombre “” (v. 23). como quiere—más bien, “en su ardor”, a saber, que yendo en busca de un macho, olfatea el aire para dar con alguno [Maurer]. de su ocasión—Ora de una raíz hebrea, “encontrar”, “su encuentro (con el macho para su relación sexual), ¿quién lo puede evitar?”. O major, de una raíz árabe, “su celo” (o impulso sexual) ¿quién lo puede aquietar”? [Maurer]. todos los que—cualquier macho que desee su compañía [Horsley]. no se cansarán—no tienen necesidad de cansarse para buscarla. en su mes—en la época del año cuando su ardor sexual es más fuerte, sigue el camino de los machos, de suerte que no les es difícil hallarla.

25. Defiende—aléjate de la incontinencia; figuradamente, de la idolatría [Houbigant]. de andar descalzos—no corras tan aceleradamente tras tus amantes, hasta el punto de desgastarte los zapatos: no te muestres tan incontenidamente “sedienta” de satisfacer tus apetitos sexuales. Hitzig cree que se alude a las penitencias que hacían a manera de culto, rendido a los ídolos con los pies descalzos, y a la sed que ocasionaban las continuas invocaciones que en alta voz les dirigían. hase perdido la esperanza—(Cap. 18:12; Isaías 57:10). “Mi caso es desesperado”; esto es, estoy decididamente resuelta a seguir mi camino. extraños—prescindiendo de la metáfora, dioses extraños (cap. 3:13; Deuteronomio 32:16).

26. Como se avergüenza—el “ladrón” (Juan 10:1). Israel—esto es, Judá (v. 28).

27. Mi padre eres tú—(Contrástese con el cap. 3:4; Isaías 64:8). tiempo de su trabajo—(dicen) a Dios (Salmo 78:34; Isaías 26:16). Las dificultades a menudo hacen que uno vuelva en juicio (Lucas 15:16)

28. Levántense—Dios los remite a los dioses por los cuales ellos lo abandonaron, a ver si ellos les pueden ayudar (Deuteronomio 32:37; Jueces 10:14). según el número de tus ciudades—además de las deidades nacionales, cada ciudad tenía su dios tutelar (cap. 11:13).

29. ¿Por qué porfías conmigo?—esto es, contiendes conmigo por haberte afligido (v. 23, 35).

30. (Cap. 5:3; 6:29; Isaías 1:5; Isaías 9:13). vuestros hijos—es decir, a vuestro pueblo, o a vosotros. Cuchillo deveró vuestros profetas—(2 Crónicas 36:16; Nehemías 9:26; Mateo 23:29, Mateo 23:31).

31. Oh generación—¡Oh la generación, vosotros!; esto es, “Oh vosotros los que ahora vivís”. La generación sólo necesitaba nombrársela, para poner de manifiesto su degeneración, por ser ésta demasiado palpable. soledad—o desierto, donde faltan todas las cosas necesarias para la vida. Jehová, por el contrario, jamás fué una fuente que haya dejado de proveer a Israel en el desierto de todas sus necesidades; eso mismo lo fué después en Canaán. de tinieblas—liter., tinieblas de Jehová, la más fuerte expresión hebrea para tinieblas; las tinieblas más densas; véase con “tierra de la sombra de muerte” (v. 6). señores somos—esto es, somos nuestros propios amos, y adoraremos a los dioses que nos plazca (Salmo 12:4; Salmo 82:6). Pero es mejor traducir, según una raíz hebrea, diferentemente: “Vagaremos libremente”, siguiendo sin restricción nuestras idolátricas lujurias.

32. Las mujeres de oriente se enorgullecen sobremanera de sus ornamentos (véase Isaías 61:10). atavíoscinturones para el pecho. se ha olvidado de mí—(Cap. 2:32; Oseas 8:14).

33. ¿Por qué abonas (hermoseas)—Maurer traduce: “Cuán hábilmente preparas tu camino”. Mas, véase 2 Reyes 9:30. “Hermosear” cuadra mejor con la figura de una que se engalana como una ramera. camino—el curso de la vida. pues—de tal suerte que … O mejor, “sí, hasta has”, etc., a las malvadas—aun a las perversas rameras, es decir (dejando de lado la metáfora), aun a los perversos gentiles les ha enseñado a ser aun más perversos [Grocio].

34. aun—No sólo te has manchado con la idolatría, sino también con el delito de haber vertido sangre inocente [Maurer]. Rosenmuller no traduce tan bien “aun en tus faldas”, etc., no hay una sola parte de tu cuerpo (ni aun tus faldas) que no esté manchada de sangre inocente (caps. 19:4; 2 Reyes 21:16; Salmo 106:38). En cuanto a la sangre inocente derramada, no es la vertida en honor de los ídolos como aquí, sino que es la de los profetas muertos por ellos, por haberlos censurado, v. 30; cap. 26:20-23. almas—esto es, personas. no en excavación—Yo no necesité “excavar profundamente” para dar con la prueba de tu delito, porque ésta se hallaba “sobre todas estas” tus faldas. No perpetraste estas atrocidades en profundas cavernas, sino abiertamente en el valle de Hinnom y dentro del recinto del templo.

35. (vv. 23, 29).

36. discurres—corriendo de un lado para otro, ya buscando la ayuda de Asiria (2 Crónicas 28:16), ya la de Egipto (cap. 37:7, 8; Isaías 30:3).

37. de él—Egipto. tus manos sobre tu cabeza—como expresión de dolor (2 Samuel 13:19). en ellas—en los apoyos en que tú confiabas.

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