Jeremias 23:1-40

1 “¡Ay de los pastores que echan a perder y dispersan a las ovejas de mi prado!, dice el SEÑOR.

2 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel a los pastores que apacientan a mi pueblo: ‘Ustedes dispersaron y ahuyentaron mis ovejas, y no se ocuparon de ellas. He aquí que yo me ocuparé de ustedes por la maldad de sus obras, dice el SEÑOR.

3 Pero yo reuniré al remanente de mis ovejas de todas las tierras a donde las eché y las haré volver a sus pastizales. Entonces serán fecundas y se multiplicarán.

4 Sobre ellas pondré pastores que las apacienten. No temerán más ni se atemorizarán; no faltará ninguna, dice el SEÑOR’.

5 “He aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que levantaré a David un Retoño justo. Reinará un Rey que obrará con inteligencia y que practicará el derecho y la justicia en la tierra.

6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará seguro. Y este es el nombre con el cual será llamado: ‘SEÑOR, justicia nuestra’.

7 Por tanto, dice el SEÑOR, he aquí vienen días en que no dirán más: ‘¡Vive el SEÑOR, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!’,

8 sino: ‘¡Vive el SEÑOR, que hizo subir y trajo a los descendientes de la casa de Israel desde la tierra del norte y desde todas las tierras a donde los había desterrado!’. Y habitarán en su propio suelo”.

9 Para los profetas: Mi corazón está quebrantado dentro de mí; todos mis huesos tiemblan. Estoy como un hombre ebrio y como un hombre dominado por el vino, a causa del SEÑOR y a causa de sus santas palabras.

10 Porque la tierra está llena de adúlteros; porque por causa de estos la tierra está enlutada, y los pastizales del desierto se han secado. La carrera de ellos es mala; su poderío no es recto.

11 “Tanto el profeta como el sacerdote son unos impíos, dice el SEÑOR. Aun en mi casa he hallado su maldad.

12 Por tanto, como resbaladeros en la oscuridad será su camino. Serán empujados y caerán en él, porque yo traeré el mal sobre ellos en el año de su castigo, dice el SEÑOR.

13 “En los profetas de Samaria he visto algo repulsivo: Profetizan en nombre de Baal y hacen errar a mi pueblo Israel.

14 Y en los profetas de Jerusalén he visto algo horrible: Cometen adulterio, andan en la mentira y fortalecen las manos de los malhechores de manera que ninguno se convierta de su maldad. Todos ellos son para mí como Sodoma, y sus habitantes como Gomorra.

15 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos acerca de los profetas: He aquí que los haré comer ajenjo y los haré beber aguas envenenadas, porque de los profetas de Jerusalén ha salido la corrupción a todo el país”.

16 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “No escuchen las palabras de los profetas que les profetizan. Ellos los llenan de vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca del SEÑOR.

17 Continuamente dicen a los que desprecian la palabra del SEÑOR: ‘Tendrán paz’. Y a cualquiera que anda tras la porfía de su corazón dicen: ‘No vendrá el mal sobre ustedes’ ”.

18 Pero, ¿quién ha estado en el consejo secreto del SEÑOR y ha percibido y oído su palabra? ¿Quién ha estado atento a su palabra y la ha obedecido?

19 He aquí que el huracán del SEÑOR sale con furor. Es un huracán que gira e irrumpe sobre la cabeza de los impíos.

20 No se apartará la ira del SEÑOR hasta que haya hecho y cumplido los propósitos de su corazón. Al final de los días lo entenderán claramente.

21 “Yo no enviaba a aquellos profetas, pero ellos corrían. Yo no les hablaba, pero ellos profetizaban.

22 Si hubieran estado en mi consejo secreto, entonces habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y les habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus obras.

23 “¿Acaso soy yo Dios de cerca, y no Dios de lejos?, dice el SEÑOR.

24 ¿Acaso podrá alguien ocultarse en escondrijos para que yo no lo vea?, dice el SEÑOR. ¿Acaso no lleno yo el cielo y la tierra?, dice el SEÑOR.

25 “He oído lo que dijeron aquellos profetas que en mi nombre profetizan mentira, diciendo: ‘¡He soñado, he soñado!’.

26 ¿Hasta cuándo? ¿Qué hay en el corazón de los profetas que profetizan mentira y que profetizan el engaño de sus propios corazones?

27 ¿Acaso con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, piensan hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, de la manera que sus padres se olvidaron de mi nombre por causa de Baal?

28 El profeta que tenga un sueño, que cuente el sueño; pero el que tenga mi palabra, que hable mi palabra con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?, dice el SEÑOR.

29 ¿No es mi palabra como el fuego y como el martillo que despedaza la roca?, dice el SEÑOR.

30 Por tanto, he aquí, yo estoy contra los profetas que hurtan mis palabras, cada uno de su vecino, dice el SEÑOR.

31 He aquí, yo estoy contra los profetas que con sus lenguas hablan lisonjas y proclaman: ‘El SEÑOR dice’.

32 He aquí, dice el SEÑOR, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos y los cuentan, haciendo errar a mi pueblo con sus mentiras y con su liviandad. Yo no los envié ni les mandé. Ningún provecho traerán a este pueblo, dice el SEÑOR.

33 “Cuando este pueblo o algún profeta o sacerdote te pregunte diciendo: ‘¿Cuál es la profecía del SEÑOR?’, les dirás: ‘Ustedes son la profecía, y yo los rechazaré’, dice el SEÑOR.

34 “Al profeta, al sacerdote y a cualquiera del pueblo que diga: ‘Profecía del SEÑOR’, yo castigaré a tal hombre y a su casa.

35 Así dirán cada cual a su compañero y cada uno a su hermano: ‘¿Qué ha respondido el SEÑOR? ¿Qué ha hablado?’.

36 Nunca más se acordarán de decir: ‘Profecía del SEÑOR’. Porque, ¿acaso ha de ser profecía la palabra de cada hombre? Ustedes pervierten las palabras del Dios vivo, el SEÑOR de los Ejércitos, nuestro Dios.

37 “Así dirás al profeta: ‘¿Qué te respondió el SEÑOR? ¿Qué habló el SEÑOR?’.

38 Pero si dicen: ‘Profecía del SEÑOR’, por eso ha dicho el SEÑOR: Porque dijeron: ‘Profecía del SEÑOR’, cuando yo les mandé decir: No digan: ‘Profecía del SEÑOR’;

39 por eso, he aquí que los olvidaré por completo y los arrojaré de mi presencia a ustedes y a la ciudad que les había dado.

40 Pondré sobre ustedes afrenta perpetua y eterna humillación que no serán olvidadas”.

LOS MALOS GOBERNANTES REEMPLAZADOS POR EL REY QUE REINARIA SOBRE LOS NUEVAMENTE UNIDOS PUEBLOS DE ISRAEL Y JUDA. Esto forma el epílogo de las denuncias contra los cuatro reyes, en los capítulos 21 y 22.

1. pastores—Sallum, Joacim, Jeconías y Sedequías (Ezequiel 34:2).

2. y no las habéis visitado … yo visito sobre vosotros—Justa retribución. Juego de palabras sobre el doble sentido de “visitar sobre”, esto es, con ira (Éxodo 32:34).

3, 4. La liberación de Judá del cautiverio de Babilonia, predicha en lenguaje que en su plenitud sólo puede aplicarse a la restauración final de ambos, “Judá” e “Israel” (véase v. 6); así como de “todos los países” en este versículo y en el 8; “ni serán menoscabadas”, es decir, ninguna será echada de menos o separada del resto. Es ésta una profecía que aún no se ha cumplido en su totalidad. También es aplicable al Israel espiritual, los electos judíos y gentiles (Malaquías 3:16; Juan 10:28; Juan 17:12). También es aplicable al Israel literal, a este esfecto, véase cap. 32:37; Isaías 54:13; Isaías 60:21; Ezequiel 34:11). que las apacienten—(Cap. 3:15; Ezequiel 34:23). Zorobabel, Esdras, Nehemías y los Macabeos sólo fueron tipos del cabal cumplimiento de estas profecías bajo el Mesías.

5. Como profecía mesiánica se ha extendido por muchos años, durante los cuales se han efectuado muchos cambios políticos predichos por estas profecías; ésta puso de manifiesto su riqueza mediante una más efectiva variedad de acontecimientos, que si se los hubiese manifestado todos a la vez. Así como la situación moral de los judíos lo requería, así el Mesías se manifestaba según lo pedía el correspondiente aspecto de cada situación. De esta manera se convertía cada vez más en el alma de la vida nacional. De ahí que se lo represente como el antitípico Israel (Isaías 49:3). a David—Hengstenberg observa que Isaías se detiene más en el oficio profético y sacerdotal de Cristo, en cual ya había sido expuesto en parte (Deuteronomio 18:18; Salmo 110:4). En cambio, otros profetas insisten más sobre su oficio de Rey. De consiguiente, aquí se lo asocia con el rey “David”. Pero en Isaías 11:1, con el entonces pobre y desconocido Isaí. Renuevo justo—“el Renuevo de justicia” (cap. 33:15). En Malaquías 3:8; Malaquías 6:12, simplemente “el Pimpollo”. En Isaías 4:2, “el Renuevo de Jehová”. será dichoso—expresión aplicable a la empresa del Mesías (Isaías 52:13; margen de la V. I.,Isaías 53:10). La rectitud o justicia es también lo característico del Mesías en otros pasajes, en relación con nuestra salvación o justificación (Isaías 53:11; Daniel 9:24; Malaquías 9:9). Es así como en el Nuevo Testamento él no es meramente “justo”, sino “nuestra justicia” (1 Corintios 1:30), de suerte que “venimos a ser justicia de Dios en él” (Romanos 10:3; 2 Corintios 5:19; Filipenses 3:9). y hará juicio y justicia en la tierra—(Salmo 72:2; Isaías 9:7; Isaías 32:1, Isaías 32:18). No será meramente un reinado espiritual en el sentido en que él es “nuestra justicia”, sino un reinado justo “en la tierra” (cap. 3:17, 18). En algunos pasajes se dice de él que vendrá para juzgar; en otros, para reinar. En Mateo 25:34, se le llama “el Rey”. En el Salmo 9:7 se habla de los dos. Véase Daniel 7:22, Daniel 7:26.

6. Judá … Israel … habitará confiado—véase cap. 33:16, donde el “Israel” de aquí está sustituído allí por “Jerusalén”. Sólo Judá, y éste sólo en parte, ha regresado. Tan lejos están los judíos de haber gozado hasta ahora de las bendiciones temporales aquí predichas, como resultado del reinado del Mesías, que su suerte ha sido durante diez y ocho siglos, peor que en cualquier época anterior. De ahí que el cumplimiento tiene que ser todavía futuro, cuando Judá e Israel habitarán en su tierra seguramente, bajo una aristocracia mucho más privilegiada aun que la antigua teocracia (cap. 32:37; Deuteronomio 33:28; Isaías 54:60; Isaías 65:17; Malaquías 14:11). le llamarán: Jehová—es decir, será (Isaías 9:6) “Jehová”, el nombre incomunicable de Dios, Con todo, cuando se lo aplica a cosas creadas, expresa meramente alguna relación peculiar que esas cosas tienen con Jehová (Génesis 22:14; Éxodo 17:15); sin embargo, cuando se lo aplica al Mesías debe expresar su Deidad, manifestada en el poder justificador para con nosotros (1 Timoteo 3:16). “Nuestra” señala su humanidad, la cual también está entendida en el hecho de que es un Retoño suscitado a David; de ahí su título humano “Hijo de David” (véase Mateo 22:42). “La justicia” indica su Deidad, porque sólo Dios puede justificar al impío (véase Romanos 4:5; Isaías 45:17, Isaías 45:24).

7, 8. Repetición del cap. 16:14, 15. El profeta repetía las mismas cosas frecuentemente, a fin de que sus dichos causaran mayor impresión. Es la misma promesa que la de los vv. 3 y 4. La gran dispersión de los judíos con motivo de la cautividad de Babilonia se refleja en su mayor dispersión actual. (Isaías 11:11; Joel 3:6). Su segunda liberación ha de exceder con mucho a la anterior, la de Egipto. Pero la liberación de Babilonia fué inferior a la de Egipto en lo que respecta a los milagros realizados y el número de los libertados. La liberación final que realizará el Mesías, necesita por lo tanto, que sea la expresión de la cual Babilonia fué sólo una prenda.

9. a causa de los profetas—Así lo expresan los Masoretas y los Tárgumes. Pero la Vulgata, la Versión de los Setenta, etc., convierten esta frase en inscripción de la profecía: Tocante a los Profetas; como en los caps. 46:2; 48:1; 49:1. Jeremías expresa su horror para con los “pretensos profetas” que no amonestan al pueblo, no obstante cundir de modo espantoso la iniquidad, la que pronto sería seguida de horribles juicios. mis huesos tiemblan—(Habacuc 3:16). borracho—Los juicios de Dios los representa tan embriagantes como el vino. Los efectos del Espíritu Santo también los compara con los del vino (Los Hechos 2:17). El resultado en ambos casos fué el éxtasis. Esto explica el por qué se les rehusaba el vino a los que probablemente serían inspirados, los nazareos, etc. (Lucas 1:15). Era preciso evitar que los hombres llegaran a atribuir el inspirado éxtasis a los efectos del vino. las palabras de su santidad—a causa de las santas palabras de Jehová, con las que amenazó de infligir sin tardanza severas penalidades a los violadores de su ley.

10. adúlteros—espirituales, quienes abandonaron a Dios, el verdadero esposo de Israel (Isaías 54:5), para ir en pos de los ídolos, instigados a ellos por los falsos “profetas” (vv. 9, 15). El “adulterio” literal y la fornicación, los habituales concomitantes de la idolatria, también están aludidos. juramento—Maurer y otros traducen: “A causa de la maldicion (de Dios sobre ella), la tierra está de luto” (Deuteronomio 27:15; Deuteronomio 28:15; Isaías 24:6). Se les había dado a las maldiciones de la ley una notoriedad fuera de lo común, en virtud del hallazgo y lectura del libro de ésta en tiempos de Josías (2 Reyes 22:11, etc.). Pero Oseas 4:2, favorece la Versión Inglesa (véase cap. 12:4). Dios había enviado una sequía sobre los pastos (“lugares placenteros”, los oasis) del desierto, a causa de la profanidad de los sacerdotes, profetas y pueblo (v. 11). la carrera … fué mala—Ellos (profetas y pueblo) corrieron a la maldad (v. 21; Isaías 59:7). su fortaleza no derecha—No hacen uso de sus facultades con rectitud, sino con falsedad.

11. fingidos—(Ezequiel 23:39; Sofonías 3:4). en mi casa—(Cap. 7:30). Levantaron altares a los ídolos en el mismo templo (2 Reyes 23:12; Ezequiel 8:3). Véase en cuanto a la codicia bajo el techo del santuario, con Mateo 21:13; Juan 2:16.

12. resbaladeros en oscuridad—su “camino” es su falsa doctrina, que resulta fatal para ellos (cap. 13:16; Salmo 35:6; Proverbios 4:19). yo traeré mal sobre ellos … visitación—más calamidades aun que las que ya les fueron infligidas. Véase Nota, cap. 11:23; “visitación”, a saber, con ira.

13. desatinos—liter., insipidez, mal sabor (Job 6:6), esto es, que le falta la sal de la piedad (Colosenses 4:6). en Baalen el nombre de Baal; en relación con su culto (véase cap. 2:8). e hicieron errar—(Isaías 9:16).

14. “Jerusalén” y Judá fueron todavía peores que “Samaria” y las diez tribus; cuanto mayores eran los privilegios de aquéllas, tanto mayor era su culpa. Tenían el templo entre ellos, cosa que no tenían las diez tribus; así y todo, practicaban su idolatría en el mismo templo. esforzaban las manos de los malos—(Ezequiel 13:22). como Sodoma—(Deuteronomio 32:32; Isaías 1:10).

15. ajenjos—veneno (nota, cap. 8:14; 9:15).

16. os hacen desvanecer—os inducen a la vanidad, esto es, a la idolatría, que os resultará una vana esperanza (cap. 2:5; 2 Reyes 17:15; Jonás 2:8). [Gesenio]. Más bien, “os engañan con vanas promesas de seguridad” (v. 17; Véase Salmo 62:10). [Maurer]. de su corazón—de su propia invención (v. 21; cap. 14:14).

17. dicen: Paz—hebreo, dicen en decir, esto es, dicen continuamente. paz—(Cap. 6:14; Ezequiel 13:10; Malaquías 10:2). imaginación—hebreo, obstinación. no vendrá mal—(Miqueas 3:11).

18. La razón que se da por la cual los falsos profetas no serán atendidos es: Ellos no estuvieron presentes en los consejos de Jehová (figura tomada de los ministros que están presentes, de pie, en los consejos de los reyes de Oriente) (véase v. 22; Job 15:8). Sólo el hombre espiritual tiene ese privilegio (Génesis 18:17; Salmo 25:14; Amós 3:7; Juan 15:15; 1 Corintios 2:16).

19. El pueblo, en lugar de aguardar toda aquella prosperidad que los falsos profetas le vaticinan, debería esperar la ira que le está reservada. tempestad—liter., que remolinea, que gira alrededor; o sea el ciclón. caeráserá lanzada con violencia.

20. en lo postrero de los días—esto es, en “el año de su visitación” (v. 12). El sentido, en primer lugar, es: los judíos no “tomarán” ahora “en consideración” las amonestaciones de Dios (Deuteronomio 32:29); pero, cuando desterrados en Babilonia, vean cumplirse las profecías, entonces las tendrán en cuenta y advertirán por amarga experiencia, su pecaminosa locura. El último fin de la profecía es, los judíos, en su dispersión final, “reflexionarán” al fin, sobre su pecado, y se volverán “perfectamente” al Mesías (Oseas 3:5; Malaquías 12:5, Malaquías 12:10; Lucas 13:35).

21. No envié … no les hablé—“enviado” se refiere a la primera llamada; “hablado”, a las subsiguientes instrucciones que les fueron dadas para que las ejecutasen. Un llamamiento precisa que no sólo sea externo, de parte de los hombres. sino interno, de parte de Dios, para que el llamado ejerza el oficio de pastor [Calvino].

22. estado en mi secreto (v. 18) les hubieran hecho volver de su mal camino—le hubieran dado tales consejos al pueblo, que lo habrían hecho volver de sus pecados (cap. 25:5; Isaías 55:11). y de ese modo habrían evitado el castigo. El que dejasen de enseñar la ley, en que se expone el consejo de Dios, prueba que no son sus profetas, aunque se jactan de serlo. (Mateo 7:15).

23. Que no se imaginen los falsos profetas que sus ardides me sean desconocidos (v. 25). ¿Son tan ignorantes para suponer que yo sólo puedo ver lo que está cerca de mí, a saber, las cosas del cielo y no las de la tierra, creyéndolas demasiado remotas?

24. (Salmo 139:7, etc.; Amós 9:2). ¿No hincho yo … el cielo y la tierra?—con mi omnisciencia, mi providencia, poder y ser esencial (1 Reyes 8:27).

25. soñé—He recibido una comunicación profética en sueños (Números 12:6; Deuteronomio 13:1; etc.; Joel 2:28).

26. profetas—una forma hebraica diferente de la usual, “vaticinadores”. ¿Hasta cuándo—clama Jeremías, impaciente ante su impía audacia—continuarán profetizando mentiras estos proféticos traficantes? La respuesta se da en los vv. 29-34.

27. Ellos “se proponen” hacer que mi pueblo me olvide enteramente. Pero yo les opondré a estos soñadores mis verdaderos profetas. al modo que sus padres … por Baal—(Jueces 3:7; Jueces 8:33).

28. Dios responde a la objeción que podría originarse: “¿Qué debemos entonces nosotros hacer cuando se profieren mentiras como verdades, y los profetas se oponen a los profetas?” Haced lo mismo que cuando el trigo está mezclado con la paja: no desechéis el trigo por el hecho de estar mezclado con la paja; antes bien, distinguid las verdaderas revelaciones de las falsas. La prueba es: adhesión a mí u olvido de mí y de mi ley (v. 27). con quien fuere sueño—el que pretende tener una comunicación divina mediante un sueño, que lo refiera “fielmente”, para que se compare con “mi palabra” (2 Corintios 4:2). El resultado será: primero, que pronto se echará de ver que (tanto los profetas como sus visiones) son paja; segundo, que (los verdaderos profetas y la palabra de Dios en sus bocas) son trigo (Salmo 1:4; Oseas 13:3).

29. Pues así como el fuego consume la “paja”, así “mi palabra” consumirá a los falsos profetas (Mateo 3:12; Hebreos 4:12). “Mi palabra”, que es “trigo”, esto es, alimento para el verdadero profeta y sus oyentes, también es “fuego” que consume y “martillo” que quebranta (Mateo 21:44) a los falsos profetas y a sus secuaces (2 Corintios 2:16). Puede que la palabra de los falsos profetas fuese conocida por el detalle de prometer paz a los hombres aun cuando viviesen en pecado. “Mi palabra”, por el contrario, quema y quebranta el corazón endurecido (cap. 20:9). “El martillo” simboliza el poder destructivo (cap. 50:23; Nahúm 2:1, margen de la V. I.)

30. hurtan mis palabras—un doble plagio; uno hurta al otro, y todos hurtan las palabras de los verdaderos profetas de Jehová, pero las aplican mal (véase cap. 28:2; Juan 10:1; Apocalipsis 22:19).

31. endulzan—mejor, que “toman” sus lenguas: trátase de una segunda clase (véase v. 30), la cual para referir una revelación no necesitan más que de sus lenguas, con las cuales dicen: El (Jehová) dice: con lo cual falsean la verdadera fórmula. En efecto, en lugar de la fórmula usual “Jehová dice”, sólo aciertan a decir: “(El) dice”. 32. Tercera clase: inventores de mentiras. Esta es la peor y más conspicua de las tres. lisonjas—extravagantes invenciones (Sofonías 3:4). ningún provecho—esto es, que causaron grande daño.

33. ¿Qué es la carga?—esta frase tiene doble sentido en hebreo. Significa: un oráculo y una carga. Ellos le preguntan burlonamente si ha obtenido alguna nueva carga (un oráculo molesto: pues todas sus profecías sólo anuncian desastres) para anunciárnosla (Malaquías 1:1). Jeremías, indignado, repite la pregunta que ellos le hicieron: ¿Preguntáis qué carga? Pues bien, ésta es: “Os dejaré”. Mi palabra es molesta a vuestros ojos, y vosotros de seáis deshaceros de ella. Lograréis, pues, vuestro deseo. Ya no habrá más profecías: Yo os abandonaré, y eso será una carga mucho más pesada para vosotros.

34. Carga—Quienquiera que con escarnio diga que la palabra de Jehová es “una carga”, será visitado con ira.

35. El resultado de mis juicios será que acudiréis en adelante con mucho respeto al profeta, no llamando más a su mensaje una carga, sino una respuesta o palabra divina: “¿Qué ha respondido Jehová?

36. la palabra de cada uno … carga—Así como ellos llaman con escarnio cargas a todas las profecías, cual si esas calamidades fuesen el único asunto de la profecía, así les ha de resultar. Dios los tomará según su palabra. Dios viviente—no inanimado como sus mudos ídolos, sino inmortal para poder castigar.

39. os echaré en olvido—Justa retribución por haberlo ellos olvidado a él. (Oseas 4:6). Pero no es posible que Dios olvide a sus hijos (Isaías 49:15). Más bien en lugar de “olvidar” tradúzcase: “Yo os levantaré” (a semejanza de una “carga”, con lo que se alude a su escarnio de los mensajes de Dios) y os abandonaré”. Dios hace que el perverso lenguaje de ellos caiga sobre sus cabezas [Calvino]. Véase v. 36, “la palabra de cada uno le será por carga”.

40. el olvido—Si traducimos el v. 39 como en la Versión Inglesa, la antítesis es: aunque yo os olvide, vuestra vergüenza no será olvidada.

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