Por flaqueza de la carne ... y tu tentación en mi carne. San Jerónimo cree que el apóstol tenía alguna debilidad corporal sobre él. San Juan Crisóstomo comprende su pobreza, miseria y persecuciones, y que algunos se inclinaron a despreciarlo a él y a su predicación sobre estos relatos. Sin embargo, otros entre ellos no lo menospreciaron: lo recibieron, lo respetaron como ángel de Dios, como Cristo Jesús; le habrían dado sus ojos, como se puede decir, y todo lo que les era querido. Les recuerda lo felices que pensaban entonces y les pregunta por qué ahora han cambiado tanto . (Witham)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad