Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para que obtengamos misericordia y encontremos la gracia que nos ayude en tiempos de necesidad.

Ver. 16. Vengamos, pues, confiadamente ] En el sentido del pecado para envolvernos en la justicia de Cristo, y así ir confiadamente al trono de la gracia; esto (dice un reverendo) es un honor para Cristo nuestro sumo sacerdote. Lutero oró con reverencia a Dios y, sin embargo, con valentía, como a su amigo.

Trono de gracia ] El altar del incienso estaba junto al propiciatorio, pero había un velo entre ellos. Nosotros, cuando oramos, debemos actuar con nuestra fe sobre el trono de la gracia, aunque no lo veamos.

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